El Sábado Santo es un día que la liturgia consagra a la oración ante Cristo muerto, y descendido a los infiernos para rescatar al género humano del poder del infierno. El misterio de la muerte encuentra, así, en Cristo, un sentido y una explicación. Todo ello en la esperanza de la Resurrección, que en pocas horas se celebrará en la Iglesia. El Oficio del Sábado Santo contiene textos de una conmovedora profundidad. El responsorio para la cuarta lectura del Oficio de Tinieblas se titula Recessit pastor noster, y para él compuso Victoria una música serena y de una mesurada tristeza. Lo escuchamos en la versión de The Sixteen, dirigidos por Harry Christophers.
Recessit pastor noster,
fons aquae vivae,
ad cuius transitum
sol obscuratus est:
Nam et ille captus est,
qui captivum tenebat
primum hominem:
hodie portas mortis
et seras pariter
Salvator noster disrupit.
Destruxit quidem claustra inferni,
et subvertit potentias diaboli.
Nam et ille captus est,
qui captivum tenebat
primum hominem:
hodie portas mortis
et seras pariter
Salvator noster disrupit.
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Se ha alejado nuestro pastor,
fuente de agua viva,
a cuyo tránsito
se oscureció es sol.
Y ahora está cautivo
quien cautivo tuvo
al primer hombre:
hoy ha roto nuestro Salvador a la vez
las puertas y cerrojos de la muerte.
Ciertamente ha destruido
las cadenas del infierno
y ha aniquilado el poder del demonio.
Y ahora está cautivo
quien cautivo tuvo
al primer hombre:
hoy ha roto nuestro Salvador a la vez
las puertas y cerrojos de la muerte.
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