Este domingo V de Cuaresma vamos a dirigir nuestra mirada a la Santísima Virgen María, para escuchar una obra maestra de la música religiosa: el comienzo del Stabat Mater de Pergolessi.
El Stabat Mater es una secuencia compuesta al final de la Edad Media, en alabanza de la virgen María en su dolorosa contemplación del Hijo muerto. Las primeras palabras provienen del Evangelio de san Juan, y no significan simplemente que la Madre estaba al pie de la Cruz, sino más bien que permanecía firme; ese verbo tiene en latín una connotación de fuerza y de decisión. Se refiere, según san Juan, al diálogo de Cristo crucificado con su Madre, cuando le encomienda en el discípulo amado a la humanidad entera, al tiempo que le pide al discípulo que la cuide. Así, María pasa a ser para todos nosotros consuelo en nuestros momentos de dolor y de muerte.
Giovanni Battista Pergolesi, uno de los músicos más extraordinarios del Barroco italiano, muerto prematuramente, compuso para este texto una partitura realmente excepcional, considerada como una de las obras cumbres de la música religiosa. Vamos a escuchar sus tres primeros números en la versión del grupo Concerto Italiano.
Stabat Mater dolorosa Iuxta crucem lacrimosa, Dum pendebat filius. Cuius animam gementem Contristatam et dolentem Pertransivit gladius. O quam tristis et afflicta Fuit illa benedicta Mater unigeniti Quae maerebat et dolebat. Et tremebat, cum videbat Nati poenas incliti. | Estaba la Madre dolorosa junto a la Cruz, llorosa, en que pendía su Hijo. Su alma gimiente, contristada y doliente atravesó la espada. ¡Oh cuán triste y afligida estuvo aquella bendita Madre del Unigénito!. Languidecía y se dolía la piadosa Madre que veía las penas de su excelso Hijo. |
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