jueves, 28 de noviembre de 2013

Una despedida temporal


Querido hermanos

Al final del año litúrgico, que hemos compartido en este Oratorio Monástico, nos vemos obligados a hacer un alto. Diversas circunstancias inherentes a nuestra vida religiosa nos obligan a abandonar, esperemos que temporalmente, este rincón de espiritualidad monástica para alabanza del Padre todopoderoso, del Verbo eterno, nuestro Señor Jesucristo, y del Espíritu Santo, nuestro único y trino Dios.

Muchas gracias por vuestra atención, vuestros comentarios, vuestro aliento y, sobre todo, vuestra oración. Han sido unos meses de alegre trabajo, compartiendo las riquezas de la tradición monástica desde el silencio del claustro, a través de los medios digitales. Ciertamente, podemos utilizar los adelantos de la modernidad para anunciar la Salvación que nuestro Señor Jesucristo realizó en su Misterio Pascual.

Los monjes de este Oratorio Monástico os imploramos vuestras oraciones, para afrontar los nuevos caminos por los que habremos de seguir a nuestro Señor. Que el Señor os bendiga.

Gloria al Padre,
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.

martes, 26 de noviembre de 2013

Verdi. dies Irae

El Dies Irae fue utilizado también por Verdi cuando compuso su Misa de Requiem, originariamente destinada para las honras fúnebres de Gioachino Rossini. La partitura de Verdi alcanza un dramatismo, propio de su carácter teatral; es uno de los logros más incuestionables de la música italiana del siglo XIX. Vamos a escuchar su impresionante introducción, en el que es difícil afirmar si alcanzan protagonismo los veloces violines, las voces del coro o la tremenda percusión. La versión es la de Claudio Abbado, dirigiendo la Filarmónica de Berlín. Una obra maestra.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Dies Irae

Escuchamos hoy la versión gregoriana de la secuencia Dies Irae, atribuida al franciscano fray Tomás de Celano (1200-1260). difícilmente podríamos considerar esta pieza como canto gregoriano; se trataría, más bien, de una danza de la muerte medieval, que muestra ya un estado de avance cultural y musical, con respecto al gregoriano clásico, propio de la Alta Edad Media. Su popularidad hay que ponerla en el contexto de la gran epidemia de la peste negra, que asoló la Europa de mediados del siglo XIV.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Van Nuffel. Christus vincit

Este último domingo del año litúrgico celebramos la Solemnidad de Jesucristo, rey del Universo, una recapitulación de todo el tiempo litúrgico centrada en el reinado de Dios sobre la entera creación a través de Jesucristo, el Hijo. Un himno que expresa adecuadamente estos sentimientos es el célebre Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat, es decir, Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera. Esta himno, que contiene las aclamaciones a Cristo como Rey, proviene de la liturgia ambrosiana, aunque en una fecha un tanto tardía (siglo VIII). De esta obra se han hecho múltiples versiones. Nosotros escucharemos hoy la del compositor Jules Van Nuffel (1883-1953), intrepretada por los Niños Cantores de Ratisbona en la Capilla Sixtina de Roma.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Victoria. Kyrie de la Missa O Quam Gloriosum

El mes de noviembre comenzó con la Solemnidad de Todos los Santos. Entre la pléyade de santos, cuya memoria se celebra litúrgicamente durante este mes, destaca san Clemente de Roma, autor de una importante epístola a los Corintios, escrita a finales del siglo I, y considerado como tercer sucesor de Pedro en la sede de Roma. En su honor, vamos a escuchar el Kyrie de la Missa O Quam Gloriosum, de Tomás Luis de Victoria, misa compuesta para la solemnidad de todos los santos. La interpretan los Cantores de Cámara de la Trinidad, dirigidos por Horst Buchholz, en una grabación en la Catedral Episcopaliana de Ohio, del año 2010.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Haendel. Obertura de la Oda a Santa Cecilia

Celebramos hoy la memoria de santa Cecilia, patrona de la música. En realidad, la santa mártir de Roma poco tiene que ver con la música. ¿De dónde proviene, entonces, tal patrocinio? La primera antífona de su oficio, tomada de la leyenda de su martirio, dice: Cantantibus organis Cecilia Domino decantabat dicens: Fiat cor meum immaculatum ut non confundar. Es decir, Sonando los tubos, cantaba Cecilia a Dios, diciendo: Que mi corazón permanezca inmaculado, para que no quede confundida. La palabra que llevó a la confusión es Organis, los tubos: la santa padeció el martirio al ser encerrada en una terma, para que se quemase. En las termas, el calor era conducido por tubos o por conductos que se encontraban bajo el suelo. Sin embargo, una traducción deficiente interpretó que se trataba de instrumentos musicales, que acompañarían el canto de la santa.

El caso es que, como consecuencia de esta confusión, quedó santa Cecilia constituida en patrona de los músicos. Por eso, muchos compositores musicales dedicaron a la santa una Oda. Una de ellas es la que compuso Jorge Federico Haendel, cuya festiva obertura escuchamos hoy como homenaje a la santa mártir, en la versión de la Orquesta de la Capilla Real de Madrid, en un concierto celebrado en la Iglesia de los Jerónimos de Madrid el año 2007.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Mozart. Misa de Requiem K. 626. 7.- Confutatis - Lacrimosa

Completamos hoy la audición de la secuencia Dies Irae, de la Misa de Requiem de Mozart. Escucharemos dos secciones, bien contrapuestas: comenzamos con el Confutatis maledictis, la condenación de los malvados, construido musicalmente sobre un obstitnato trepidante. Sigue la oración Voca me cum benedictis: llámame con los benditos. Nuevamente, vemos como el texto propone unos enormes contrastes, que Mozart tradujo musicalmente de forma magistral. La secuencia concluye con la sección Lacrimosa dies illa: triste día aquel, una recapitulación final de la escena del Juicio Final ante la que irremisiblemente tiene que comparecer el hombre.

Escuchamos la versión que interpretó John Eliot Gardiner al frente del English Baroque Soloists y del Coro Monteverdi, en el Palau de la Música Catalana de Barcelona en diciembre del año 1991.


Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis,
voca me cum benedictis.
Oro supplex et acclinis,
cor contritum quasi cinis,
gere curam mei finis.
Lacrimosa dies illa,
qua resurget ex favilla
iudicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus.
Pie Iesu Domine,
dona eis requiem. Amen.

Su traducción:

Confundidos los malditos
arrojados a las llamas voraces
hazme llamar entre los benditos.
Te lo ruego, suplicante y de rodillas,
el corazón acongojado, casi hecho cenizas:
hazte cargo de mi destino.
Día de lágrimas será aquel renombrado día
en que resucitará, del polvo
para el juicio, el hombre culpable.
A ese, pues, perdónalo, oh Dios.
Señor de piedad, Jesús,
concédeles el descanso. Amén.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Mozart. Misa de Requiem K. 626. 6.- Recordare

Seguimos con la audición de la inacabada Misa de Requiem de Mozart, hoy con una nueva sección del Dies Irae: Recordare Iesu pie. El texto sigue con intensos contrastes entre la tremenda majestad de Dios y la intensa súplica del alma acongojada que comparece ante juicio tan inapelable. Escuchamos la versión de Philip Herreweghe


Recordare, Iesu pie,
quod sum causa tuæ viæ ;
ne me perdas illa die.
Quærens me, sedisti lassus,
redemisti crucem passus,
tantus labor non sit cassus.
Iuste Iudex ultionis,
donum fac remissionis
ante diem rationis.
Ingemisco, tamquam reus,
culpa rubet vultus meus,
supplicanti parce Deus.
Qui Mariam absolvisti,
et latronem exaudisti,
mihi quoque spem dedisti.
Preces meæ non sunt dignæ,
sed tu bonus fac benigne,
ne perenni cremer igne.
Inter oves locum præsta,
et ab hædis me sequestra,
statuens in parte dextra.

Su traducción:

Acuérdate, piadoso Jesús
de que soy la causa de tu calvario;
no me pierdas en este día.
Buscándome, te sentaste agotado
me redimiste sufriendo en la cruz
no sean vanos tantos trabajos.
Justo juez de venganza
concédeme el regalo del perdón
antes del día del juicio.
Grito, como un reo;
la culpa enrojece mi rostro.
Perdona, Señor, a este suplicante.
Tú, que absolviste a Magdalena
y escuchaste la súplica del ladrón,
me diste a mí también esperanza.
Mis plegarias no son dignas,
pero tú, al ser bueno, actúa con bondad
para que no arda en el fuego eterno.
Colócame entre tu rebaño
y sepárame de los machos cabríos
situándome a tu derecha.

martes, 19 de noviembre de 2013

Mozart. Misa de Requiem K. 626. 5.- Rex tremendae maiestatis

La siguiente sección del Dies Irae, al que Mozart puso música en su Requiem, comienza con las palabras Rex tramendae maiestatis qui salvando salvas gratis, es decir, rey de tremenda majestad que salvando salvas gratis. El tono que emplea el compositor es majestuoso, creando un clima de congoja al hacer comparecer al hombre ante tanta grandeza. La palabra crucial de este pasaje creo que es tremendae: la majestad de Dios no es grandiosa, no es poderosa, sino tremenda, es decir, tan desmesurada que provoca el temblor. Escuchamos hoy la versión de von Karajan al frente de la Filarmónica de Viena.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Mozart. Misa de Requiem K. 626. 4.- Tuba mirum

Seguimos escuchando el Requiem de Mozart, y pasamos hoy a una nueva sección de la secuencia Dies Irae. El texto alude a la resurrección de la carne, en el Juicio final, cuando el ángel del Señor, según las visiones del Apocalipsis, toque la trompeta y convoque a todos los difuntos ante el trono de Dios para ser juzgados. Se trata de un momento tremendo, en el que todo hombre es examinado en todos sus actos sin posibilidad alguna de esconder o disimular los fallos de la vida terrestre. La música que compuso Mozart para esta sección se inicia, efectivamente, con el toque de la tuba, y sigue con un tono majestuoso. Escuchamos la magnífica versión de Philip Herreweghe dirigiendo la Orquesta de los Campos Elíseos.



Tuba mirum spargens sonum
per sepulcra regionum,
coget omnes ante thronum.
Mors stupebit et Natura,
cum resurget creatura,
iudicanti responsura.
Liber scriptus proferetur,
in quo totum continetur,
unde Mundus iudicetur.
Iudex ergo cum sedebit,
quidquid latet apparebit,
nihil inultum remanebit.
Quid sum miser tunc dicturus ?
Quem patronum rogaturus,
cum vix iustus sit securus ?

Su traducción es la siguiente:

La trompeta, esparciendo un sonido admirable
por los sepulcros de todos los reinos
reunirá a todos ante el trono.
La muerte y la Naturaleza se asombrarán,
cuando resucite la criatura
para que responda ante su juez.
Aparecerá el libro escrito
en que se contiene todo
y con el que se juzgará al mundo.
Así, cuando el juez se siente
lo escondido se mostrará
y no habrá nada sin castigo.
¿Qué diré yo entonces, pobre de mí?
¿A qué protector rogaré
cuando apenas el justo esté seguro?

domingo, 17 de noviembre de 2013

Mozart. Misa de Requiem K. 626. 3.- Dies irae

La Misa de Requiem, en el orden que llegó hasta la reforma litúrgica de los años setenta, disponía antes de la lectura del Evangelio una secuencia, es decir, un himno, que había sido compuesto en la Edad Media, y que alcanzó una gran popularidad: el Dies Irae. Se trataba de una danza de la muerte, con un texto de tonos muy apocalípticos, destinados a implorar la misericordia de Dios ante la llegada del día de la ira, es decir, del día final. El texto se atribuía a Tomas de Celano, un franciscano del siglo XIII.

Hoy escucharemos la primera sección que del Dies Irae compuso Mozart. Su texto dice así:

Dies iræ, dies illa,
Solvet sæclum in favilla,
Teste David cum Sibylla !
Quantus tremor est futurus,
quando iudex est venturus,
cuncta stricte discussurus !
Su traducción:

Día de la ira, aquel día
en que los siglos se reduzcan a cenizas;
como testigos el rey David y la Sibila.
¡Cuánto terror habrá en el futuro
cuando el juez haya de venir
a juzgar todo estrictamente!

sábado, 16 de noviembre de 2013

Mozart. Misa de Requiem K. 626. 2.- Kyrie

El segundo número de la Misa de Requiem de Mozart es el Kyrie: Señor , ten piedad; Cristo, ten piedad; Señor, ten piedad. Personalmente me resultan impresionantes los últimos compases de esta sección, por su tono casi avasallador, después de la agiladad de la fuga, sobre la que está concebida la pieza. La versión es la de la Orquesta del Sur de Alemania, dirigida por Nicol Matt.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Mozart. Requiem aeternam.

Comenzamos hoy la audición de la célebre Misa de Requiem de Mozart. Lo hacemos con su introito, cuya primera palabra de título a toda la obra: Requiem aeternam dona eis Domine, et lux perpetua luceat eis. Es decir: El descanso eterno concédeselo, Señor, y brille para ellos tu luz perpetua. Sigue el verso  Te decet himnus Deus in Sion, et tibi reddetur votum in Ierusalem. Es decir, a ti se deben los himnos en Sión, oh Dios, y a ti se cumplen los votos en Jerusalén.

Aplicaremos hoy especialmente esta obra por el fallecimiento de nuestro buen amigo y hermano Paco Viñas, que ayer falleció en Vigo. Que el Señor lo acoja en su misericordia.

Escuchamos la versión de la Orquesta y Coro de la Radio de Leipzig, dirigidos por Peter Schreier.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Musíca mozárabe del Oficio de Difuntos


En honor de Leandro, el santo obispo de Hispalis, nombre romano de la actual ciudad de Sevilla, hermano de San Isidoro y figura egregia de la Iglesia hispana, escucharemos hoy un breve responsorio de la liturgia mozárabe, que lleva por título Ecce ego viam, yo soy el camino, y que pertenece al Ordo in finem hominis diei, es decir, a los dispuesto para el fin del día del hombre. Se trata de un responsorio del Oficio de Difuntos. Su texto dice así: 

He aquí que entro en el camino de toda carne, para dormir con mis padres y ya no existiré mas. Acuérdate de mí, Señor, en tu reino.

Los días que he peregrinado en la tierra son pocos y malos, y no llegaron hasta los días de mis padres. Acuérdate de mí, Señor, en tu reino.

martes, 12 de noviembre de 2013

Canto bizantino en honor de la Santa Cruz


Con motivo de la celebración hoy de la memoria del gran abad Teodoro del Monasterio de Studion en Constantinopla, escucharemos una pieza musical perteneciente al canto litúrgico bizantino, titulado En to stavro pares tosa. Su interpretación corre a cargo de la Capilla Real de Cataluña, que dirige Jordi Savall. La traducción de esta oración ante la Cruz dice así:

De pie junto a la cruz, la pura, inmaculada,
del Salvador la madre y a un tiempo virgen,
entre lamentos gritaba
deshecha en ardientes lágrimas:
¿Qué gran prodigio es este
que ven mis ojos hoy?
¡Cómo la Vida saborea la muerte,
pobre hijo añorado!
¿Qué es esto tan extraño?
El gran misterio que en la tierra a ocurrido
para salvación de Adán
y con él, de quienes te enaltecen,
el sufrir que aceptas de buen grado,
la resurrección divina,
y tu concepción sin simiente.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Domenico Scarlatti. Iste Confessor.

San Martín no sólo fue el primer monje de Europa, sino que también fue el primer santo que no padeció el martirio. Con él, se inauguró una nueva categoría de santos: los confesores de la fe, aquellos que confesaron al Señor no con su muerte, sino con su vida y su predicación.

En su honor se compuso un himno, titulado Iste confessor, que alcanzó una enorme popularidad, siendo utilizado litúrgicamente para otros muchos santos, englobados en la lista de los confesores. Hoy escucharemos la versión barroca de este himno, a cargo de Domenico Scarlatti.



1. Iste Confessor Domini colentes 
Quem pie laudant populi per orbem : 
Hac die laetus meruit beatas 
Scandere sedes. 

2. Qui pius, prudens, humilis, pudicus, 
Sobriam duxit sine labe vitam. 
Donec humanos animavit aurae 
Spiritus artus. 

3. Cujus ob praestans meritum frequenter, 
Ægra quae passim jacuere membra, 
Viribus morbi domitis, saluti 
Restituuntur. 

4. Noster hinc illi chorus obsequentem 
Concinit laudem, celebresque palmas; 
Ut piis ejus precibus juvemur 
Omne per ævum. 

5. Sit salus illi, decus, atque virtus,
Qui super cæli solio coruscans,
Totius mundi seriem gubernat,
Trinus et unus. Amen

domingo, 10 de noviembre de 2013

Schubert. Letanía para la Conmeración de todos los difuntos

Hace unos días, nos envió Paul Cobban desde Canadá una sugerencia para el día de los difuntos. Haremos extensiva la petición para todo el mes de noviembre, en el que encomendamos especialmente a nuestros hermanos difuntos a la misericordia del Altísimo. Se trata de la letanía de Schubert por todos los difuntos.



Litanei auf das Fest Aller Seelen

Ruh'n in Frieden alle Seelen,
Die vollbracht ein banges Quälen,
Die vollendet süßen Traum,
Lebenssatt, geboren kaum,
Aus der Welt hinüberschieden:
Alle Seelen ruhn in Frieden!

Und die nie der Sonne lachten,
Unterm Mond auf Dornen wachten,
Gott, in reinen Himmelslicht,
Einst zu sehn von Angesicht:
Alle die von hinnen schieden,
Alle Seelen ruhn in Frieden!

Johann Georg Jacobi (1740-1814)