La liturgia del Jueves Santo tiene como punto central la Celebración de la Cena del Señor, en el que la Iglesia hace memorial de la Última Cena. En esta celebración se acumulan muchos contenidos teológicos. Ante todo, recibimos al Señor, que se entregó por todos nosotros y se nos dio como alimento para nuestra Pascua hacia el Reino de los Cielos. Por otra parte, hacemos el memorial de la institución de los sacramentos de la Eucaristía y del Orden. La celebración eucarística se abre con una obra maestra del cantro gregoriano: el introito Nos autem, nosotros tenemos que gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, un texto tomado del capítulo sexto de la Carta de san Pablo a los Gálatas. Este texto nos indica ya el sentido de la celebración de hoy: la entrega del Señor por todos nosotros; allí está nuestra salvación y nuestra gloria. La versión que escuchamos está interpretada por el coro de monjes de San Pedro de Solesmes.
Nos autem gloriári opórtet in Cruce Dómini nostri Jesu Christi: in quo est salus, vita et resurréctio nostra: per quem salváti et liberáti sumus.
1. Deus misereátur nostri, et benedícat nobis: illúminet vultum suum super nos, et misereátur nostri. |
Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección; él nos ha salvado y libertado.
1. Que Dios se apiade y nos bendiga, que haga brillar su rostro sobre nosotros. |
Otro momento álgido de la celebración es el Lavatorio de los Pies, durante el cual se canta otra conmovedora oración: Ubi caritas et amor, un responsorio sobre el amor cristiano inspirado en el texto de la Primera Carta de san Juan . Escuchamos también la versión del coro de monjes de San Pedro de Solesmes.
Ubi cáritas est vera, Deus ibi est.
Congregávit nos in unum Christi amor. Exsultémus et in ipso jucundémur. Timeámus et amémus Deum vivum. Et ex corde diligámus nos sincéro. Simul ergo cum in unum congregámur: Ne nos mente dividámur, caveámus. Cessent júrgia malígna, cessent lites. Et in médio nostri sit Christus Deus. Simul quoque cum beátis videámus Gloriánter vultum tuum, Christe Deus: Gáudium, quod est imménsum atque probum. Saécula per infiníta sæculórum. Amen. |
Donde hay amor verdadero, allí está Dios. Nos ha reunido el amor de Cristo.
Alegrémonos y gocemos en él. Tengamos el santo temor y el amor del Dios vivo. Amémonos sinceramente. Cuando nos reunimos, procuremos no estar divididos interiormente. Guardémonos de la discordia y de las discusiones. Cristo, el Señor, está en medio de nosotros. Que podamos también, todos juntos, contemplar tu rostro en la gloria, Cristo Dios, con un gozo inmenso y eterno. Amén. |
La celebración termina con la reserva del Santísimo para la comunión del Viernes Santo, que será adorada especialmente esta noche. En España, una melodía muy asociada a este momento, es un himno compuesto para el Congreso Eucarístico de 1911: Cantemos al Amor de los amores
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