domingo, 31 de marzo de 2013

Pascua


¡Feliz y Santa Pascua!
Aleluya, Aleluya, Aleluya

Aleluya. El Mesías. Haendel.

Cuando Jorge Federico Haendel compuso su oratorio El Mesías, no podía esperar que uno de sus framentos, el célebre Aleluya, pasase a ser una de las melodías más populares de la historia de la música. Hoy nos sirve, precisamente, para expresar el gozo de la Creación ante la Resurrección del Señor. Feliz y Santa Pascua.


sábado, 30 de marzo de 2013

Oración del Profeta Jeremias. Canto mozárabe

El Sábado Santo es un día de silencio, de dolor ante el Sepulcro del Señor. Hoy proponemos una breve audición del Canto de las Lamentaciones, en concreto, de la Oración del Profeta Jeremias. Hace unos días, la escuchamos en la versión de Tomás Luis de Victoria. Hoy la escuchamos en la versión del canto mozárabe, sin duda alguna, una de las obras cumbres de la música religiosa.




Incipit Oratio Jeremiae Prophetae

Recordare, Domine,
quid acciderit nobis:
intuere et respice
opprobrium nostrum.

Haereditas nostra versa est ad alienos,
domus nostrae ad extraneos.

Pupilli facti sumus absque patre,
matres nostrae quasi viduae.

Aquam nostram pecunia bibimus;
ligna nostra pretio comparavimus.

Cervicibus nostris minabamur,
lassis non dabatur requies.

Jerusalem Jerusalem,
convertere ad Dominum Deum tuum.





Comienzo de la Oración de Jeremías Profeta.
Recuerda, Señor,
 lo que nos ha pasado;
mira y fíjate en nuestras afrentas.

Nuestra heredad
ha pasado a los bárbaros;
nuestra casa, a extranjeros;

hemos quedado huérfanos de padre
y nuestras madres han quedado viudas.

Tenemos que comprar el agua que bebemos y pagar la leña que nos llevamos.
Nos empujan con un yugo al cuello,
nos fatigan sin darnos descanso.

Jerusalén, Jerusalén,
conviértete al señor tu Dios.

viernes, 29 de marzo de 2013

Viernes Santo


La liturgia del Viernes Santo celebra el misterio de la Cruz: celebra un misterio, pues no de otra forma podemos expresar cómo podemos celebrar la muerte, y una tal muerte, si no es por el inmenso amor de Dios Todopoderoso, que de esa forma ha decidido salvarnos. Para esta celebración, los distintos momentos de la liturgia de este día intentan introducirnos en la oración, en la alabanza, en la contemplación al misterio de la Cruz. Uno de ellos, durante las Vigilias, nos propone el texto de las Lamentaciones. En la Liturgia Hispana, la melodía compuesta para este texto es especialmente conmovedora. Escuchamos la primera lección del Viernes Santo, en la interpretación del coro de monjes de Silos




De lamentatióne Ieremíæ prophétæ.
HETH. Cogitávit Dóminus dissipáre murum fíliæ Sion:
teténdit funículum suum, et non avértit manum suam a
perditióne: luxítque antemurále, et murus páriter dissipátus est.
TETH. Defíxæ sunt in terra portæ eius: pérdidit, et contrívit
vectes eius: regem eius et príncipes eius in géntibus:
non est lex, et prophétæ eius non invenérunt visiónem
a Dómino.
IOD. Sedérunt in terra, conticuérunt, senes fíliæ Sion:
conspersérunt cínere cápita sua, accíncti sunt cilíciis,
abiecérunt in terram cápita sua vírgines Ierúsalem.
CAPH. Defecérunt præ lácrimis óculi mei, conturbáta sunt
víscera mea: effúsum est in terra iecur meum super
contritióne fíliæ pópuli mei, cum defíceret párvulus et
lactens in platéis óppidi. Ierúsalem, Ierúsalem, convértere
ad Dóminum Deum tuum.



Lamentaciones del Profeta Jeremias
Heth. El Señor determinó arrasar las murallas de Sión: tendió la plomada y no retiró la mano que derribaba; muros y baluartes se lamentaban al desmoronarse juntos.

Teth. Derribó por tierra las puertas, rompió los cerrojos. Rey y príncipes estaban entre los gentiles. No había ley. Y los profetas ya no recibían visiones del Señor.


Yod. Los ancianos de Sión se sientan en el suelo silenciosos, se echan polvo en la cabeza y se visten de sayal; las doncellas de Jerusalén humillan hasta el polvo la cabeza.

Caph. Se consumen en lágrimas mis ojos, de amargura mis entrañas; se derrama por tierra mi hiel, por la ruina de la capital de mi pueblo; muchachos y niños desfallecen por las calles de la ciudad.

¡Jerusalén, Jerusalén, conviértete al Señor, tu Dios!

En el Oficio de la Muerte del Señor, al atardecer, se cantan los Improperios durante la veneración de la Cruz, en los que Dios mismo nos interpela: Pueblo mío, ¿qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme.


Viernes Santo. Christus factus est

Hoy la liturgía canta este texto que se utiliza como un gradual y, durante el triduo, como una antífona en lugar del responsorio .
En el moderno Graduale Romanum , este texto es el gradual de Domingo de Ramos y La Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre). En el extraordinario o "rito Tridentino ", este texto es el gradual de la misa del Jueves Santo, así como para la Fiesta de la Exaltación de la Cruz.
También se canta como responsorio en los oficios de Laudes y Vísperas, en Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo: el Sábado Santo el texto se utiliza en su totalidad, el Viernes Santo termina en la palabra crucis , y termina el Jueves Santo a completas en usque ad mortem .


Christus factus est pro nobis obediens usque ad mortem mortem autem crucis.
Propter quod et Deus exaltavit illum: et dedit illi nomen quod est super omne nomen.
Cristo se hizo obediente por nosotros hasta la muerte y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre.

jueves, 28 de marzo de 2013

Jueves Santo

La liturgia del Jueves Santo tiene como punto central la Celebración de la Cena del Señor, en el que la Iglesia hace memorial de la Última Cena. En esta celebración se acumulan muchos contenidos teológicos. Ante todo, recibimos al Señor, que se entregó por todos nosotros y se nos dio como alimento para nuestra Pascua hacia el Reino de los Cielos. Por otra parte, hacemos el memorial de la institución de los sacramentos de la Eucaristía y del Orden. La celebración eucarística se abre con una obra maestra del cantro gregoriano: el introito Nos autem, nosotros tenemos que gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, un texto tomado del capítulo sexto de la Carta de san Pablo a los Gálatas. Este texto nos indica ya el sentido de la celebración de hoy: la entrega del Señor por todos nosotros; allí está nuestra salvación y nuestra gloria. La versión que escuchamos está interpretada por el coro de monjes de San Pedro de Solesmes.



Nos autem gloriári opórtet in Cruce Dómini nostri Jesu Christi: in quo est salus, vita et resurréctio nostra: per quem salváti et liberáti sumus.

1. Deus misereátur nostri, et benedícat nobis: illúminet vultum suum super nos, et misereátur nostri.


Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección; él nos ha salvado y libertado.

1. Que Dios se apiade y nos bendiga, que haga brillar su rostro sobre nosotros.

Otro momento álgido de la celebración es el Lavatorio de los Pies, durante el cual se canta otra conmovedora oración: Ubi caritas et amor, un responsorio sobre el amor cristiano inspirado en el texto de la Primera Carta de san Juan . Escuchamos también la versión del coro de monjes de San Pedro de Solesmes.



Ubi cáritas est vera, Deus ibi est.
Congregávit nos in unum
Christi amor. 
Exsultémus et in ipso
jucundémur. 
Timeámus et amémus Deum vivum. 
Et ex corde diligámus nos sincéro.
Simul ergo cum in unum
congregámur: 
Ne nos mente dividámur, caveámus. 
Cessent júrgia malígna, cessent lites. 
Et in médio nostri sit Christus Deus.
Simul quoque cum beátis videámus 
Gloriánter vultum tuum, Christe Deus: 
Gáudium, quod est imménsum
atque probum. 
Saécula per infiníta sæculórum. Amen.


Donde hay amor verdadero, allí está Dios. Nos ha reunido el amor de Cristo. 

Alegrémonos y gocemos en él. Tengamos el santo temor y el amor del Dios vivo. Amémonos sinceramente.

Cuando nos reunimos, procuremos no estar divididos interiormente.

Guardémonos de la discordia y de las discusiones. Cristo, el Señor, está en medio de nosotros.
Que podamos también, todos juntos, contemplar tu rostro en la gloria, Cristo Dios, con un gozo inmenso y eterno. Amén.

La celebración termina con la reserva del Santísimo para la comunión del Viernes Santo, que será adorada especialmente esta noche. En España, una melodía muy asociada a este momento, es un himno compuesto para el Congreso Eucarístico de 1911: Cantemos al Amor de los amores



miércoles, 27 de marzo de 2013

Vexilla regis prodeunt


El poeta Venancio Fortunato compuso un segundo himno en honor de la reliquia de la Santa Cruz, que comenzó a ser venerada en el siglo V en el monasterio de santa Radegunda en Poitiers: Vexilla Regis, es decir, avanzan las banderas del rey. Este himno lo hemos escuchado ya en la versión musical que de él hizo Tomás Luis de Victoria. Hoy vamos a escuchar la composición gregoriana original.




Vexilla Regis prodeunt: 
Fulget Crucis mysterium, 
quo carne carnis conditor, 
suspensus est patibulum.

Quo vulneratus in super, 
mucrone diro lanceae, 
ut nos lavaret crimine, 
manavit unda sanguine.

Impleta sunt quae concinit, 
David fideli carmine, 
dicens: In nationibus 
regnavit a ligno Deus.

Arbor decora et fulgida, 
or nata Regis purpura, 
electa digno stipite, 
tam sancta membra tangere.

Beata cuius brachiis, 
saecli pependit pretium, 
statera facta corporis, 
praedamque tulit tartari.

O Crux ave, spe unica: 
Hoc passionis tempore, 
auge piis iustitiae, 
reisque dona veniam.

Te summa Deus Trinitas, 
collaudet omnis spiritus: 
quos per Crucis mysterium, 
salvas reges per saecula. 
Amen.


Las banderas del Rey avanzan:
resplandece el misterio de la Cruz,
donde la carne del creador,
fue suspendida en el patíbulo.

La cual herida además
por la punta terrible de la lanza,
para lavarnos de los crímenes,
manó sangre y agua.

Cumpliéronse entonces
los fieles oráculos de David,
cuando dijo a las naciones:
"Reinará Dios desde el madero".

Oh árbol bello y refulgente
hermoseado con la púrpura del Rey,
escogido del más digno tronco,
para tocar tan santos miembros.

Dichoso tú,de cuyos brazos,
estuvo pendiente el rescate del mundo;
hecho balanza de su propio cuerpo
y arrebató la presa al infierno.

Salve, oh Cruz, esperanza única,
en este tiempo de pasión:
aumenta a los justos la gracia
y a los pecadores borra el pecado.

¡Oh Trinidad, fuente de salvación!,
que todo espíritu te alabe;
que por el misterio de la Cruz
nos salvas del mal por siempre.
Amén.

martes, 26 de marzo de 2013

Pange lingua proelium certaminis


El poeta latino Venancio Fortunato compuso dos himnos para venerar la reliquia de la Santa Cruz que llegó a Poitiers en tiempos de santa Radegunda. Estos himnos, Pange Lingua y Vexilla Regis, todavía hoy siguen siendo utilizados en la liturgia, como oraciones que expresan la grandeza del misterio de la Cruz. Hoy escucharemos el primero de ellos, en una grabación ya antigua del coro de monjes de San Pedro de Solesmes.




Crux fidelis, inter omnes
arbor una nobilis,
nulla talem silva profert
flore, fronde, germine,
dulce lignum dulce clavo
dulce pondus sustinens.

Pange, lingua, gloriosi
proelium certaminis
et super crucis trophaeo
dic triumphum nobilem,
qualiter redemptor orbis
immolatus vicerit.

De parentis protoplasti
fraude factor condolens,
quando pomi noxialis
morte morsu corruit,
ipse lignum tunc notavit,
damna ligni ut solveret.

Hoc opus nostrae salutis
ordo depoposcerat,
multiformis perditoris
arte ut artem falleret
et medelam ferret inde,
hostis unde laeserat.


Crux fidelis, inter omnes
arbor una nobilis,
nulla talem silva profert
flore, fronde, germine,
dulce lignum dulce clavo
dulce pondus sustinens.






Oh Cruz fiel, el árbol más noble de todos: ningún bosque produjo otro igual, ni en hoja, ni en flor ni en fruto; dulce madero, dulces clavos, que sostienen tan dulce peso.


Canta, lengua, la victoria del glorioso combate, y , frente al trofeo de la Cruz, relata su noble triunfo: el modo en que el Redentor del mundo, vence, al ser sacrificado.


Condolido el Creador por el engaño de Adán que, al morder del fruto dañino, incurrió en la muerte, él  mismo designó el madero que repararía los daños que había causado el primer árbol.


La economía de nuestra redención estaba pidiendo que, mediante un proyecto divino, se eludiera la astucia del traidor y la medicina se obtuviese del mismo lugar en donde el enemigo había causado la herida.

Oh Cruz fiel, el árbol más noble de todos: ningún bosque produjo otro igual, ni en hoja, ni en flor ni en fruto; dulce madero, dulces clavos, que sostienen tan dulce peso.

lunes, 25 de marzo de 2013

Victoria. Sepulto Domino.


Llegamos hoy al último responsorio del Oficio de Tinieblas del Sábado Santo, de Tomás Luis de Victoria, Sepulto Domino. El texto procede de la noticia del Evangelio según san Mateo, según la cual los jefes de los sacerdotes mandaron sellar y custodiar el sepulcro de Jesús, pera evitar el robo de su cadáver. La música de  Victoria es extremadamente conmovedora. Vamos a escucharlo en la versión del grupo Camerata Vocal "Bella Desconocida", que dirige Jorge L. Colino Sigüenza, en una grabación en directo que tuvo lugar con ocasión del pregón de Semana Santa de Palencia, el 7 de Abril de 2006, en la Iglesia Conventual de San Francisco de Palencia.



Sepulto Domino,
signatum est monumentum,
volventes lapidem
ad ostium monumenti:
Ponentes milites,
qui custodirent illum.
Accedentes principes sacerdotum
ad Pilatum, petierunt illum.
Ponentes milites,
qui custodirent illum.


Una vez sepultado el Señor,
el sepulcro fue sellado 
con una piedra que hicieron rodar
ante la entrada del sepulcro.
Y pusieron soldados
para custodiarle.
Los príncipes de los sacerdotes
acudieron a Pilato y lo pidieron.
Y pusieron soldados
para custodiarle.

domingo, 24 de marzo de 2013

Gloria, laus et honor tibi sit


La Liturgia del Domingo de Ramos es rica en oraciones de gran belleza y profundidad, que nos ayudan a comprender el misterio de la llegada mesiánica de Jesús a Jerusalén, y de su sorprendente desenlace en el triunfo de la Resurrección a través del escarnio de la Cruz. Ya a comienzos de la Cuaresma, escuchamos uno de estos textos, la antífona Pueri Hebreorum en la versión de Tomás Luis de de Victoria.

Otra obra excepcional es el himno Gloria, laus et honor, que se canta en la procesión de los Ramos. Se trata de un himno compuesto por Teodulfo de Orleans, un hispano escapado de la ruina del reino visigodo en el siglo VIII, que como tantos otros se refugió en el crecientemente poderoso reino de los francos, que desembocará en la restauración de Carlomagno del Imperio. Se trata de un himno de ritmo alegre, que desde entonces ha venido acompañando la procesión de este día. Es una alabanza al Señor que, victorioso, viene a reinar entre nosotros. Sirva esta oración de preparación para la celebración de esta Semana Santa.



Gloria, laus et honor tibi sit,
Rex Christe, Redemptor:
Cui puerile decus prompsit
Hosanna pium.

Israel es tu Rex,
Davidis et inclyta proles:
Nomine qui in Domini,
Rex benedicte, venis.

Coetus in excelsis
te laudat caelicus omnis,
Et mortalis homo,
et cuncta creata simul.

Plebs Hebraea tibi
cum palmis obvia venit: 
cum prece, voto, hymnis,
adsumus ecce tibi.

Hi tibi passuro
solvebant munia laudis:
Nos tibi regnanti
pangimus ecce melos

Hi placuere tibi,
placeat devotio nostra:
Rex bone, Rex clemens,
cui bona cuncta placent.


Gloria, alabanza y honor te sean dados, Rey Cristo Redentor, a quien el esplendor de los niños aclamó: ¡Salud al piadoso!

Tú eres el Rey de Israel y descendiente ilustre de David, el Rey bendito; Tú vienes en nombre del Señor.


Toda la corte celestial te alaba en las alturas y también, en unión de todo lo creado, te alaba el hombre mortal.


El pueblo hebreo te sale a recibir con palmas. Nosotros venimos en tu presencia con plegarias, votos e himnos.

Aquellos te tributaban alabanzas cuando ibas a padecer; y ahora nosotros te cantamos dulces melodías, a Ti que eres el Rey.

Aquellos te agradaron; que también nuestra entrega te agrade: Rey benigno, Rey piadoso, a quien todo lo bueno agrada.

sábado, 23 de marzo de 2013

Victoria. Aestimatus sum.


El Responsorio a la octava lectura del Oficio de Maitines del Sábado Santo se títula Aestimatus sum, he sido contado. El texto procede de los salmos, y se apropia perfectamente al misterio del Señor, sepultado entre los muertos y descendido al lugar de la muerte para rescatar a la oveja perdida. Victoria compuso un responsorio que ya llama la atención en las escalas con las que comenta la palabra "descentibus": parece que musicalmente quiere descender al lugar de los muertos, para desde allí componer una polifonía profundamente meditativa. Lo escuchamos en la versión del grupo The Sixteen, dirigido por Harry Christophers.




Aestimatus sum
cum descendentibus in lacum:
Factus sum sicut homo
sine adiutorio,
inter mortuos liber.
Posuerunt me in lacu inferiori, 
in tenebrosis,
et in umbra mortis.
Factus sum sicut homo
sine adiutorio, 
inter mortuos liber.



He sido contado
entre los que descienden a la tumba.
Me he convertido
en un hombre desvalido,
relegado entre los muertos.
Me pusieron en una tumba profunda, 
en gran oscuridad
y a la sombra de los muertos.
Me he convertido
en un hombre desvalido,
relegado entre los muertos.

viernes, 22 de marzo de 2013

Victoria. Astiterunt reges.


El Responsorio a la séptima lectura del Oficio de Maitines del Sábado Santo se títula Astiterunt reges, se alzaron los reyes de la tierra.. El texto procede de los dos primeros versículos del salmo 2, un salmo que habla de la sublevación de los gentiles contra el Mesías, es decir, contra el rey de Israel. Este texto se aplica a Jesús Crucificado, el verdadero rey de Israel contra el que se alza el poder del mal, que terminará por ser derrotado en la Resurrección. La música compuesta por Victoria para este responsorio es solemne dentro de su dramatismo. Puede servirnos como una buena meditación para este Viernes de Dolores. Lo escuchamos en la versión del grupo The Sixteen, dirigido por Harry Christophers.



Astiterunt reges terrae,
et principes convenerunt in unum,
adversus Dominum,
et adversus Christum eius.
Quare fremuerunt gentes,
et populi meditati sunt inania?

Adversus Dominum,
et adversus Christum eius.


Se alzaron los reyes de la tierra
y se aliaron con los príncipes 
contra el Señor
y contra su Cristo.
¿Por qué se indignan las naciones
y los pueblos preparan
vanos proyectos?
Contra el Señor
y contra su Cristo.

jueves, 21 de marzo de 2013

Tránsito de San Benito. Laeta quies.


El día 21 de marzo recordamos los monjes benedictinos el Tránsito de nuestro Padre san Benito. En su honor, se canta hoy una secuencia que recibe su título de sus primeras palabras: Laeta quies. Se trata de un poema en honor del paso de este mundo al Padre del santo varón. A veces, se cambia la primera frase por laeta dies, para así poderlo cantar no sólo en este día. Pero la fórmula original es la dispuesta para la solemnidad del Tránsito de san Benito. Está escrita en modo sexto, el llamado modo místico, es decir, uno de los ocho modos gregorianos, que se caracteriza por sus reposadas melodías, que invitan a la contemplación mística. Es, sin duda, una de las piezas que más nos emocionan a los monjes cuando las cantamos. Su texto se inspira en la biografía espiritual del santo, escrita por San Gregorio Magno en los Diálogos, donde afirma que san Benito estuvo lleno de todos los carismas del Espíritu, y lo compara con los grandes profetas de la antigüedad. Que san Benito, como dice la secuencia, nos ayude a alcanzar a todos los gozos sempiternos.





Laeta dies magni ducis,
Dona ferens novae lucis,
Hodie recolitur.

Caris datur piae menti,
Corde sonet in ardenti,
Quidquid foris promitur.

Hunc per callem orientis
Admiremur ascendentis
Patriarchae speciem.

Amplum semen magnae prolis
Illum fecit instar solis
Abrahae persimilem.

Corvum cernis ministrantem,
Hinc Eliam latitantem
Specu nosce parvulo.

Elisaeus dignoscatur,
Cum securis revocatur
De torrentis alveo.

Illum Joseph candor morum,
Illum Jacob futurorum
Mens effecit conscia.

Ipse memor suae gentis,
Nos perducat in manentis.
Semper Christi gaudia.




   Hoy se celebra el gozoso día del gran Cau­dillo, que nos trae los dones de una nueva luz.

     Gracia se da al alma pia­dosa; re­suene, pues, en el corazón fervoroso cuanto exteriormente se publica.
   
  Admiremos el esplendor del Patriar­ca que asciende por la senda del O­riente.


     La vasta estirpe de su gran familia le ha hecho resplan­decer cual otro sol, a seme­janza de Abraham.

     Mira el cuervo cómo le sirve y le reconóce en la an­gosta ca­verna, cual Elías, escondido.

     Se parece a Eliseo, cuando del cau­ce del río hace subir la segur.


     El entendimiento le paran­gona a José por la pureza de costumbres, y a Jacob por los vatici­nios.

     Que él, pues, acordándose de sus hijos, nos conduzca a los gozos de Cristo siempre perdu­rable. Amén.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Victoria. Ecce quomodo


El Responsorio a la sexta lectura del Oficio de Maitines del Sábado Santo se títula Ecce quomodo moritur iustus, he aquí como muere el justo. Recoge las profecías de Isaías sobre el siervo doliente, y glosan poéticamente la muerte del Señor, el justo asesinado como un cordero inocente, sin protestar, para darnos la salvación a todos los hombres. Victoria compuso un responsorio muy mesurado, que sobre todo en las voces de los tenores alcanza un dramatismo muy acentuado.Lo escuchamos en la versión del Coro Polifónico Harmonia Vibo de Valencia, durante su concierto de Pascua en la iglesia de san Lucas. 




Ecce quomodo moritur iustus,
et nemo percipit corde:
et viri iusti tolluntur,
et nemo considerat:
a facie iniquitatis
sublatus est iustus:
Et erit in pace memoria eius.
Tamquam agnus
coram tondente se obmutuit, 
et non aperuit os suum:
de angustia,
et de iudicio sublatus est.
Et erit in pace memoria eius.



He aquí cómo muere el justo,
y nadie se da cuenta.
Los hombres justos son apartados, 
y nadie lo tiene en consideración:
apartado ha sido el justo
de la faz de la iniquidad.
Y en paz perdurará su recuerdo.
Como el cordero
ante el esquilador, enmudeció
y no abrió la boca:
del apremio
y del juicio fue apartado.
Y en paz perdurará su recuerdo.

martes, 19 de marzo de 2013

Una pieza de órgano en honor de San José

Durante el tiempo de Cuaresma está prescrito el silencio del órgano, como signo externo de la austeridad penitencial de estos días. Sin embargo, esta ausencia queda mitigada para las diversas solemnidad que se celebran dentro de este tiempo. Una de ellas es la de San José. En su honor, vamos a escuchar, vamos a escuchar un tiento, pieza característica del repertorio para órgano hispano, del compositor Francisco Correa de Arauxo, en concreto, el tiento de triple de séptimo tono, interpretado por el organista Luis Antonio González, en el órgano histórico de la iglesia de Santo Domingo de Daroca, construido por Bartolomé Sánchez en 1741. Sirva esta bella música para nuestra alabanza al santo patriarca.


lunes, 18 de marzo de 2013

Victoria. O vos omnes

El Oficio de tinieblas dispone para la quinta lectura el responsorio O Vos Omnes, o vosotros que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor como mi dolor. Es un texto de las Lamentaciones, que se apropia a la contemplación del Señor muerto por nosotros. La versión del maestro Victoria ha pasado a ser una de las más sublimes en la historia de la música. Lo escuchamos en la versión del grupo Tallis Scholars, dirigidos por Peter Philips.



O vos omnes,
qui transitis per viam, 
attendite, et videte
Si est dolor similis
sicut dolor meus.
Attendite universi populi,
et videte dolorem meum
Si est dolor similis
sicut dolor meus.


Oh, vosotros todos,
los que pasáis por el camino, 
prestad atención y ved 
si existe dolor
semejante al mío.
Atended, pueblos del universo,
y ved mi dolor.
Si existe dolor
semejante al mío.

domingo, 17 de marzo de 2013

Pergolessi. Stabat Mater

Este domingo V de Cuaresma vamos a dirigir nuestra mirada a la Santísima Virgen María, para escuchar una  obra maestra de la música religiosa: el comienzo del Stabat Mater de Pergolessi.

El Stabat Mater es una secuencia compuesta al final de la Edad Media, en alabanza de la virgen María en su dolorosa contemplación del Hijo muerto. Las primeras palabras provienen del Evangelio de san Juan, y no significan simplemente que la Madre estaba al pie de la Cruz, sino más bien que permanecía firme; ese verbo tiene en latín una connotación de fuerza y de decisión. Se refiere, según san Juan, al diálogo de Cristo crucificado con su Madre, cuando le encomienda en el discípulo amado a la humanidad entera, al tiempo que le pide al discípulo que la cuide. Así, María pasa a ser para todos nosotros consuelo en nuestros momentos de dolor y de muerte.

Giovanni Battista Pergolesi, uno de los músicos más extraordinarios del Barroco italiano, muerto prematuramente, compuso para este texto una partitura realmente excepcional, considerada como una de las obras cumbres de la música religiosa. Vamos a escuchar sus tres primeros números en la versión del grupo Concerto Italiano.




Stabat Mater dolorosa
Iuxta crucem lacrimosa,
Dum pendebat filius.
Cuius animam gementem
Contristatam et dolentem
Pertransivit gladius.

O quam tristis et afflicta
Fuit illa benedicta
Mater unigeniti
Quae maerebat et dolebat.
Et tremebat, cum videbat
Nati poenas incliti.



Estaba la Madre dolorosa
junto a la Cruz, llorosa,
en que pendía su Hijo.
Su alma gimiente,
contristada y doliente
atravesó la espada.

¡Oh cuán triste y afligida
estuvo aquella bendita
Madre del Unigénito!.
Languidecía y se dolía
la piadosa Madre que veía
las penas de su excelso Hijo.

sábado, 16 de marzo de 2013

Victoria. Recessit pastor noster


El Sábado Santo es un día que la liturgia consagra a la oración ante Cristo muerto, y descendido a los infiernos para rescatar al género humano del poder del infierno. El misterio de la muerte encuentra, así, en Cristo, un sentido y una explicación. Todo ello en la esperanza de la Resurrección, que en pocas horas se celebrará en la Iglesia. El Oficio del Sábado Santo contiene textos de una conmovedora profundidad. El responsorio para la cuarta lectura del Oficio de Tinieblas se titula Recessit pastor noster, y para él compuso Victoria una música serena y de una mesurada tristeza. Lo escuchamos en la versión de The Sixteen, dirigidos por Harry Christophers.




Recessit pastor noster,
fons aquae vivae,
ad cuius transitum
sol obscuratus est:
Nam et ille captus est,
qui captivum tenebat
primum hominem:
hodie portas mortis
et seras pariter
Salvator noster disrupit.
Destruxit quidem claustra inferni,
et subvertit potentias diaboli.
Nam et ille captus est,
qui captivum tenebat
primum hominem:
hodie portas mortis
et seras pariter
Salvator noster disrupit.


Se ha alejado nuestro pastor,
fuente de agua viva,
a cuyo tránsito
se oscureció es sol.
Y ahora está cautivo
quien cautivo tuvo
al primer hombre:
hoy ha roto nuestro Salvador a la vez
las puertas y cerrojos de la muerte.

Ciertamente ha destruido
las cadenas del infierno 
y ha aniquilado el poder del demonio.
Y ahora está cautivo
quien cautivo tuvo
al primer hombre:
hoy ha roto nuestro Salvador a la vez
las puertas y cerrojos de la muerte.

viernes, 15 de marzo de 2013

Victoria. Oratio Ieremiae Prophetae


La tercera lectura del Oficio de Tinieblas del Sábado Santo cierra el repaso al Libro de las Lamentaciones con la llamada Oración del Profeta Jeremías. Si ya en el original gregoriano, o en la versión mozárabe, se trata de composición musical de especial dramatismo, en el Oficio de Tinieblas de Victoria alcanza también un grado de patetismo y de belleza extraordinario.





Incipit Oratio Jeremiae Prophetae

Recordare, Domine,
quid acciderit nobis:
intuere et respice
opprobrium nostrum.

Haereditas nostra versa est ad alienos,
domus nostrae ad extraneos.

Pupilli facti sumus absque patre,
matres nostrae quasi viduae.

Aquam nostram pecunia bibimus;
ligna nostra pretio comparavimus.

Cervicibus nostris minabamur,
lassis non dabatur requies.

Jerusalem Jerusalem,
convertere ad Dominum Deum tuum.





Comienzo de la Oración de Jeremías Profeta.
Recuerda, Señor,
 lo que nos ha pasado;
mira y fíjate en nuestras afrentas.

Nuestra heredad
ha pasado a los bárbaros;
nuestra casa, a extranjeros;

hemos quedado huérfanos de padre
y nuestras madres han quedado viudas.

Tenemos que comprar el agua que bebemos y pagar la leña que nos llevamos.
Nos empujan con un yugo al cuello,
nos fatigan sin darnos descanso.

Jerusalén, Jerusalén,
conviértete al señor tu Dios.

jueves, 14 de marzo de 2013

Tu es Petrus

Ayer vivió la Iglesia un día histórico: no sólo fue elegido un nuevo papa, sino que el elegido procede de la Iglesia argentina, y ha escogido el inusual nombre de Francisco. Como él mismo nos pidió anoche, lo mejor que podemos hacer por él es pedir al Señor que le conceda la plenitud del don del Espíritu Santo, para seguir siendo entre nosotros Pedro, es decir, la roca de nuestra fe. Esa antífona escuchamos hoy, en la tradicional versión gregoriana.


miércoles, 13 de marzo de 2013

Victoria. Lamentación II del Sábado Santo.


La segunda lectura del Oficio de Tinieblas del Sábado Santo escoge también un texto de las Lamentaciones. La música compuesta por Victoria es serena. Vamos a escucharla en una versión en directo del coro de cámara Vox Nova de Madrid, dirigido por Ángel Chirinos, en un concierto en la Iglesia de san Ildefonso, el 3 de diciembre del 2011.




Aleph. 
  
Quomodo obscuratum est aureum, 
mutatus est color optimus, 
dispersi sunt lapides sanctuarii 
in capite ominum platearum? 

Beth. 
  
Filii Sion inclyti, 
et amicti auro primo: 
quomodo reputati sunt in vasa testea, 
opus manuum figuli? 
  
Ierusalem, Ierusalem, 
convertere ad Dominum Deum tuum.




Aleph. 
  
¡Cómo se ha oscurecido el oro 
y ha cambiado su bellísimo color! 
Tiradas están las piedras del santuario 
por las esquinas de todas las calles. 
  
Beth. 
  
Las nobles hijos de Sión, 
vestidos de oro fino, 
¡cuentan como vasijas de barro, 
obra de manos de alfarero! 
  
Jerusalén, Jerusalén, 
vuélvete hacia el Señor tu Dios.

martes, 12 de marzo de 2013

Victoria. Lamentación I del Sábado Santo


Pasamos hoy al Sábado Santo, con la primera lectura del Oficio de Tinieblas, del Libro de las Lamentaciones, en la versión musical de Tomás Luis de Victoria. Las escuchamos en la interpretación de l grupo The Tallis Scholars, dirigidos por Peter Phillips, y con imágenes de las Vidrieras de la Catedral de San Antolín (Palencia).




HETH
Misericordiae Domini,
quia non sumus consumpti:
quia non defecerunt miserationes eius.

TETH
Bonum est viro
cum portaverit iugum ab adolescentia sua.

Ierusalem, Ierusalem,
convertere ad Dominum Deum tuum.



Heth. 
Por la misericordia de Dios 
no hemos sido consumidos, 
no nos ha faltado su compasión. 
  
Teth. 
Bueno es para el hombre
cargar con el yugo desde joven. 
  
Jerusalén, Jerusalén, 
vuélvete hacia el Señor tu Dios.

lunes, 11 de marzo de 2013

Tomás Luis de Victoria. Improperios.


El Oficio del Viernes Santo contiene diversos elementos que lo diferencian claramente de lo que es una simple misa; de hecho, nada tiene que ver con el Sacrificio Eucarístico, por más que tras las últimas reformas se haya introducido la recepción de la Eucaristía reservada el Jueves Santo. Uno de los elementos litúrgicos fundamentales son los llamados Improperios, es decir, una oración en la que, ante Cristo Crucificado, la humanidad entera es interpelada por el Dios asesinado en la Cruz, quien nos pregunta a todos y a cada uno de nosotros: Pueblo mío, ¿qué te he hecho?, ¿en qué te he ofendido?

El dramatismo de esta composición litúrgica fue también traducido en música por el genio de Tomás Luis de Victoria. Utiliza como base musical la partitura gregoriana, lo que llamaríamos el canto llano, y sobre ella, elabora una sencilla y patética arquitectura musical que expresa en la combinación de las diversas voces la tristeza del texto. Vamos a escuchar estos Improperios en una versión en directo, grabada el sábado 2 de abril de 2011, durante el recitar del grupo St Peter's Singers', en la iglesia de St Aidan's de Leeds (Inglaterra).




Popule meus, quid feci tibi? 
Aut in quo contristavi te? 
Responde mihi. 
  
Quia eduxi te de terra Aegypti: 
parasti Crucem Salvatori tuo. 
  
Agios, o Theos. 
Sanctus Deus. 
Agios ischyros. 
Sanctus fortis. 
Agios athanatos,
eleison imas. 
Sanctus et immortalis,
miserere nobis. 
  
Quia eduxi te per desertum 
quadraginta annis, 
et manna cibavi te, 
et introduxi in terram satis optimam: 
parasti Crucem Salvatori tuo. 
  
Agios o Theos.... 
  
Ego proper te flagellavi Aegyptum 
cum primogeniti suis: 
et tu me flagellatum tradidisti. 
  
Popule meus.... 
  
Ego te eduxi de Aegypto, 
demerso Pharaone in mare rubrum: 
et tu me tradidisti
principibus sacerdotum. 
  
Popule meus.... 
  
Ego ante te aperui mare: 
te tu aperuisti lancea latus meum. 
  
Popule meus.... 
  
Ego ante te praeivi
in columna nubis: 
et tu me duxisti ad praetorium Pilati. 
  
Popule meus....

Oh pueblo mío, ¿qué te he hecho? 
¿en qué te he entristecido? 
Respóndeme. 
  
Yo te saqué de Egipto:
tú preparaste una Cruz a tu Salvador.  
    
Dios Santo, 
Dios Santo, 
Santo y fuerte, 
Santo y fuerte, 
Santo e inmortal,
ten piedad de nosotros, 
Santo e inmortal,
ten piedad de nosotros. 
  
Yo te guié cuarenta años
por el desierto,
te alimenté con el maná,
te introduje en una tierra excelente;
tú preparaste una Cruz a tu Salvador. 

Dios Santo.... 
  
Por ti yo azoté a Egipto
y a sus primogénitos;
tú me azotaste y me entregaste.

¡Pueblo mío! 
  
Yo te saqué de Egipto,
sumergiendo al Faraón en el mar Rojo;
tú me entregaste
a los sumos sacerdotes.

¡Pueblo mío!

Yo abrí el mar delante de ti;
tú, con la lanza, abriste mi costado.

¡Pueblo mío!

Yo te guiaba
con una columna de nubes;
tu me guiaste al pretorio de Pilato.

¡Pueblo mío!

domingo, 10 de marzo de 2013

Attende Domine.


Abandonamos hoy la polifonía renacentista que venimos escuchando esta Cuaresma, para retroceder en el tiempo casi diez siglos, a una época tardía del Canto Gregoriano, en torno al siglo VII, y escuchar una de las plegarias penitenciales más hermosas de la Iglesia: Attende, Domine, et miserere. Parece ser que esta súplica procede de una letanía de la liturgia Hispana, que pasó a la liturgia romana. Se trata de una invocación a la misericordia de Dios, para que perdone nuestros pecados. Sirva en este cuarto domingo de Cuaresma como expresión musical de nuestro deseo de conversión.




Attende Domine,
et miserere, quia peccavimus tibi.

Ad te Rex summe,
omnium Redemptor,
oculos nostros
sublevamus flentes:
exaudi, Christe,
supplicantum preces.

Attende Domine,
et miserere, quia peccavimus tibi.

Dextera Patris,
lapis angularis,
via salutis,
ianua caelestis,
ablue nostri
maculas delicti.

Attende Domine,
et miserere, quia peccavimus tibi.

Rogamus, Deus,
tuam maiestatem:
auribus sacris
gemitus exaudi:
crimina nostra
placidus indulge.

Attende Domine,
et miserere, quia peccavimus tibi.

Tibi fatemur
crimina admissa:
contrito corde
pandimus occulta:
tua, Redemptor,
pietas ignoscat.

Attende Domine,
et miserere, quia peccavimus tibi.


Escucha, Señor y ten misericordia
porque hemos pecado contra Ti.

A Ti, Rey soberano,
Redentor de todos
levantamos nuestros ojos
en llanto;
escucha, Cristo,
las plegarias de los que te suplican.

Escucha, Señor y ten misericordia
porque hemos pecado contra Ti.

Oh diestra del Padre,
piedra angular,
camino de la salvación
y puerta del cielo:
lava las manchas
de nuestros delitos.

Escucha, Señor y ten misericordia
porque hemos pecado contra Ti.

Rogamos oh Dios,
a tu majestad:
con tus oídos santos
escucha nuestros gemidos,
perdona bondadoso
nuestras culpas.

Escucha, Señor y ten misericordia
porque hemos pecado contra Ti.

Nuestros pecados cometidos
los confesamos ante Ti;
con corazón contrito
te manifestamos lo oculto;
que tu clemencia, oh Redentor,
nos las perdone.

Escucha, Señor y ten misericordia
porque hemos pecado contra Ti.