La tercera lectura del Oficio de Tinieblas del Sábado Santo cierra el repaso al Libro de las Lamentaciones con la llamada Oración del Profeta Jeremías. Si ya en el original gregoriano, o en la versión mozárabe, se trata de composición musical de especial dramatismo, en el Oficio de Tinieblas de Victoria alcanza también un grado de patetismo y de belleza extraordinario.
Incipit Oratio Jeremiae Prophetae Recordare, Domine, quid acciderit nobis: intuere et respice opprobrium nostrum. Haereditas nostra versa est ad alienos, domus nostrae ad extraneos. Pupilli facti sumus absque patre, matres nostrae quasi viduae. Aquam nostram pecunia bibimus; ligna nostra pretio comparavimus. Cervicibus nostris minabamur, lassis non dabatur requies. Jerusalem Jerusalem, convertere ad Dominum Deum tuum. | Comienzo de la Oración de Jeremías Profeta. Recuerda, Señor, lo que nos ha pasado; mira y fíjate en nuestras afrentas. Nuestra heredad ha pasado a los bárbaros; nuestra casa, a extranjeros; hemos quedado huérfanos de padre y nuestras madres han quedado viudas. Tenemos que comprar el agua que bebemos y pagar la leña que nos llevamos. Nos empujan con un yugo al cuello, nos fatigan sin darnos descanso. Jerusalén, Jerusalén, conviértete al señor tu Dios. |
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