viernes, 15 de marzo de 2013

Victoria. Oratio Ieremiae Prophetae


La tercera lectura del Oficio de Tinieblas del Sábado Santo cierra el repaso al Libro de las Lamentaciones con la llamada Oración del Profeta Jeremías. Si ya en el original gregoriano, o en la versión mozárabe, se trata de composición musical de especial dramatismo, en el Oficio de Tinieblas de Victoria alcanza también un grado de patetismo y de belleza extraordinario.





Incipit Oratio Jeremiae Prophetae

Recordare, Domine,
quid acciderit nobis:
intuere et respice
opprobrium nostrum.

Haereditas nostra versa est ad alienos,
domus nostrae ad extraneos.

Pupilli facti sumus absque patre,
matres nostrae quasi viduae.

Aquam nostram pecunia bibimus;
ligna nostra pretio comparavimus.

Cervicibus nostris minabamur,
lassis non dabatur requies.

Jerusalem Jerusalem,
convertere ad Dominum Deum tuum.





Comienzo de la Oración de Jeremías Profeta.
Recuerda, Señor,
 lo que nos ha pasado;
mira y fíjate en nuestras afrentas.

Nuestra heredad
ha pasado a los bárbaros;
nuestra casa, a extranjeros;

hemos quedado huérfanos de padre
y nuestras madres han quedado viudas.

Tenemos que comprar el agua que bebemos y pagar la leña que nos llevamos.
Nos empujan con un yugo al cuello,
nos fatigan sin darnos descanso.

Jerusalén, Jerusalén,
conviértete al señor tu Dios.

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