lunes, 26 de diciembre de 2016

Juan del Encina. Riu, riu, chiu

Antonio del Encina compuso un célebre villancico, que todavía hoy es interpretado por los más prestigiosos grupos europeos: Riu, Riu, Chiu. Lo escuchamos interpretado por la Camerata de Oxford.


Riu, Riu, Chiu,
la guarda ribera,
Dios guardó el lobo
de nuestra cordera.

El lobo rabioso
la quiso morder,
mas Dios poderoso
la supo defender,
quísole hazer que
no pudiesse pecar:
ni aún original
esta virgen no tuviera.
Riu, Riu, Chiu,
la guarda ribera,
Dios guardó el lobo
de nuestra cordera.

Este qu'es nasçido
es el gran monarcha,
Christo patriarcha
de carne vestido.
[H]anos redimido
con se hazer chiquito,
aunque era infinito,
finito se hiziera.
Riu, Riu, Chiu.
la guarda ribera,
Dios guardó el lobo
de nuestra cordera.

Muchas profecías
lo [h]an profetizado,
y aún en nuestros días,
lo hemos alcançado;
a Dios humanado
vemos en el suelo,
y al hombre en el cielo
porque'l le quisiera.
Riu, Riu, Chiu,
la guarda ribera,
Dios guardó el lobo
de nuestra cordera.

Yo vi mil garçones
que andavan cantando,
por aquí volando
haziendo mil sones,
diziendo a gascones:
Gloria sea en el cielo
y paz en el suelo,
pues Jesús nasçiera.
Riu, Riu, Chiu,
la guarda ribera,
Dios guardó el lobo
de nuestra cordera.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Bach - Oratorio de Navidad BWV 248 - 1

¡Aleluya! El Señor ha nacido en Belén de Judá. Celebremos este día con gozo, y que los festivos sones del Oratorio de Navidad de Bach nos sirvan de ayuda en nuestra alabanza. Escuchamos la versión de Nikolaus Harnoncourt dirigiendo el Concentus Musicus y el Coro de niños de Viena.



1 CHOR
Jauchzet, frohlocket! Auf, preiset die Tage, Rühmet, was heute der Höchste getan! Lasset das Zagen, verbannet die Klage, Stimmet voll Jauchzen und Fröhlichkeit an! Dienet dem Höchsten mit herrlichen Chören, Laßt uns den Namen des Herrschers verehren!
1 CORO
¡Alegraos, cantad felices! ¡Alabad este día!
¡Alabad lo que ha creado el Altísimo!
¡Abandonad el temor y las penas!
¡Cantad alegres! ¡Alabad sin fin!
Adorad al Altísimo cantándole a coro:
¡Todos adoramos tu nombre, Señor!

sábado, 24 de diciembre de 2016

Introito Hodie scietis

La última misa del tiempo de Adviento es la que se celebra esta mañana, de carácter preparatorio para el gran misterio que celebraremos esta noche. Su introito Hodie scietis es la última llamada de atención que nos hace la liturgia para que nos preparemos.



Hódie sciétis,quía véniet Dóminus, et salvávit nos: Et máne vidébitis glóriam éius.
Ps. Dómini est térra, et plenitúdo éius: Órbis terrárum, et univérsi qui hábitat in éo.
Hoy sabréis que viene el Señor para salvarnos. Mañana contemplaréis su gloria.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena; el orbe y todo cuanto habita en él.

viernes, 23 de diciembre de 2016

O Emmanuel

La última antífona de las ferias mayores de Adviento, O Emmanuel, suplica la venida de Cristo, según el nombre profético con que se le nombra en Isaías: Enmanuel, es decir, Dios con nosotros.



O Emmanuel, Rex et legifer noster, exspectatio Gentium, et Salvator earum: veni ad salvandum nos, Domine, Deus noster.
Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos: ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.

jueves, 22 de diciembre de 2016

O Rex gentium

La antífona O Rex gentium invoca al Señor como Rey de las naciones. Se basa en varias profecías de Isaías: «Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado.Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre "Maravilla de Consejero", "Dios Fuerte", "Siempre Padre", "Príncipe de Paz".» Isaías, 9:5; y «Juzgará entre las gentes, será árbitro de pueblos numerosos. Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra.» Isaías, 2:4



O Rex Gentium, et desideratus earum, lapisque angularis, qui facis utraque unum: veni, et salva hominem,
quem de limo formasti.
Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo: ven y salva al hombre, que formaste del barro de la tierra.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

O Oriens

La quinta antífona O de las Ferias Mayores de Adviento invoca al Señor como Sol que nace de lo alto, e ilumina a la humanidad que yace en las sombras del pecado. Late la profecía de Isaías: «El pueblo que andaba a oscuras vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos.» (Isaías, 9:1-2), así como el cántico del Benedictus: Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el sol que nace de lo alto.



O Oriens, splendor lucis aeternae, et sol justitiae: veni, et illumina sedentes in tenebris, et umbra mortis.
Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia: ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

martes, 20 de diciembre de 2016

O Clavis David

La cuarta antífona O de las Ferias Mayores de Adviento invoca al Señor como llave da David. Parte de varios textos de Isaías: «Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará, cerrará, y nadie abrirá.» (Isaías, 22:22); y «Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, desde ahora y hasta siempre, el celo del Señor de los Ejércitos hará eso.» (Isaías, 9:6). Cristo aparece como libertador, y su nacimiento nos libera de la esclavitud que nos encierra en las tinieblas.



O Clavis David, et sceptrum domus Israel; qui aperis, et nemo claudit; claudis, et nemo aperit: veni, et educ vinctum de domo carceris, sedentem in tenebris, et umbra mortis.
Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel; que abres y nadie puede cerrar; cierras y nadie puede abrir: ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

lunes, 19 de diciembre de 2016

O radix Iesse

La tercera antífona O de las Ferias Mayores de Adviento invoca al Señor como renuevo del tronco de Jesé. Se refiere a la realeza del Mesías, salvador no sólo de Israel sino de todas las naciones, cuya venida suplica con insistencia la Iglesia en los días previos a la Navidad.



O Radix Iesse, qui stas in signum populorum, super quem continebunt reges os suum, quem gentes deprecabuntur: veni ad liberandum nos, iam noli tardare.
Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Ofertorio Ave Maria

Escuchamos el Ofertorio de la Misa del Cuarto Domingo de Adviento, Ave Maria, interpretado por Letizia Butterin.



Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum, benedicta tu in mulieribus.
Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor está contigo.

sábado, 17 de diciembre de 2016

O Sapientiam

Se desconoce el origen exacto de las antífonas O de Adviento. Boecio (480–524/5) hace una breve referencia a ellas, sugiriendo de este modo su existencia en su época. En la Abadía benedictina de san Benito, en Fleury (cerca de Orleans), recitaban estas antífonas el abad y otros superiores de la abadía en rango descendente, y luego se entregaba un obsequio a cada miembro de la comunidad. Ya en el siglo VIII se utilizan en las celebraciones litúrgicas en Roma. El uso de las antífonas de Adviento en los monasterios era tan frecuente que expresiones como «no olvides las O» y «las grandes antífonas de Adviento» formaban parte del habla común. De este modo, podemos concluir que de alguna manera las antífonas de Adviento han sido parte de la tradición litúrgica desde los primeros tiempos de la Iglesia.

Los monjes benedictinos disponían estas antífonas con un propósito definido. Si se empieza por el último título y se toma la primera letra de cada una —Emmanuel, Rex, Oriens, Clavis, Radix, Adonai, Sapientia— se forman las palabras latinas "ero cras", que significan «Mañana vendré». Así Jesús, para cuya venida se han preparado los cristianos durante el Adviento y a quien se dirigen con estos siete títulos mesiánicos, les habla ahora: «Mañana vendré». De este modo, las antífonas de Adviento no sólo infunden intensidad a la preparación del Adviento, sino que lo conducen hacia su alegre fin.

La primera antífona invoca a Cristo como Divina Sabiduría. El Mesías «[...] [brotó] de los labios del Altísimo», lo que resulta muy significativo a la luz de la doctrina del primer capítulo del Evangelio según San Juan, según el cual Jesucristo, el Mesías, es el verbo encarnado de Dios Padre.

Escuhamos la antífona interpretada por el coro de monjes de la Abadía norteamericana de Saint Menrad.



O Sapientia, quae ex ore Altissimi prodiisti, attingens a fine usque ad finem, fortiter suaviterque disponens omnia: veni ad docendum nos viam prudentiae. 
Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad: ven y muéstranos el camino de la salvación.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Alma Redemptoris Mater

En honor de Nuestra Señora, la Virgen de Guadalupe, escuchamos hoy la antífona mariana del tiempo de Adviento Alma Redemptoris Mater, en el tono sencillo, cantada por los monjes de Silos.



Alma redemptoris Mater, qui pervia caeli porta manes et stella maris, sucurre candenti surgere qui curat populo. Tu quae genuisti natura mirante tuum sanctum genitorem, Virgo prius ac posterius, Gabrielis ab ore sumens illud ave, peccatorum miserere. 
Madre Santa del Redentor, puerta siempre abierta del cielo, estrella del mar, socorre al pueblo que cae y procura levantarse. Tú que ante el asombro de la naturaleza engendraste a tu Santo Creador, Virgen antes y después de haber recibido de la boca de Gabriel aquel Ave, ten piedad de los pecadores.

viernes, 9 de diciembre de 2016

Campra. Tota pulchra es Maria

Escuchamos hoy una nueva versión de la antífona Tota pulchra es Maria Virgo, hoy en la versión del compositor barroco francés Andre Campra.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Duruflé. Tota pulchra es Maria

Tota pulchra es es una antigua oración católica escrita presumiblemente en el siglo IV. Es una de las cinco antífonas para los salmos de las segundas vísperas de la festividad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre). El texto está tomado en parte del libro de Judit y en parte del Cantar de los Cantares. Esta oración ha servido como inspiración para muchos compositores a lo largo de los siglos, entre los que se puede citar por ejemplo Robert Schumann, Anton Bruckner, Pablo Casals, Maurice Duruflé, o James MacMillan.

Maurice Duruflé (Louviers (Eure), 11 de enero de 1902 — Louveciennes, 16 de junio de 1986), fue un organista y compositor francés. Escuchamos su versión del Tota pulchra es.


Tota pulchra es, María,
et macula originalis non est in te.
Tu gloria Jerusalem,
tu laetitia Israel,
tu honorificentia populi nostri,
tu advocata peccatorum.
¡Oh! María, virgo prudentissima,
mater clementissima,
Ora pro nobis,
intercede pro nobis
ad Dominum Jesu Christum.

Toda hermosa eres, María
y en ti no hay pecado original.
Tú eres la gloria de Jerusalén,
tú eres la alegría de Israel, 
tú eres el honor de nuestro pueblo 
y la abogada de los pecadores.
Oh María, virgen prudentísima, 
madre clementísima.
Ruega por nosotros,
intercede por nosotros
ante Cristo nuestro Señor.