Pasamos al Viernes Santo, en la audición del Oficio de Semana Santa de Tomás Luis de Victoria. Comenzamos con la Primera Lectura, del Libro de las Lamentaciones. Es una pieza de un fraseado ágil, propio de una lectura, que adquiere su mayor dramatismo en la exhortación a Jerusalén para convertirse.
Heth. Cogitavit Dominus dissipare murum filiae Sion: tetendit funiculum suum, et non avertit manum suam a perditiones: luxitque antemurale, et murus pariter dissipatus est. Ierusalem, Ierusalem, convertere ad Dominum Deum tuum. | Heth. El Señor ha decidido arrasar la muralla de la hija de Sión, extendió su cordel y no apartó su mano de la destrucción, de luto quedaron los muros y baluartes al desmoronarse juntos. Jerusalén, Jerusalén, vuélvete hacia el Señor tu Dios. |
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