Para este domingo cuaresmal, vamos a recurrir a un género musical distinto del polifónico que hasta ahora hemos escuchado. Hemos escogido a un compositor barroco francés, Marc-Antoine Charpentier. Se trata de la primera parte de su De Profundis, una composición sobre el salmo 129: De profundis clamavi ad te, Domine. Domine, exaudi orationem meam, fiant aures tuae intendentes ad vocem deprecationis meae. (Desde lo profundo llamo a ti, Señor; Señor, escucha mi oración, estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica).
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