viernes, 6 de marzo de 2015

Orlando de Lasso. Tristis est anima mea.

Si ayer escuchamos la versión de Carlo Gesualdo del responsorio Tristis est anima mea, hoy haremos lo propio con la sublime versión de Orlando de Lasso.



Tristis est anima mea usque ad mortem: sustinete hic, et vigilate mecum: nunc videbitis turbam, quae circumdabit me: Vos fugam capietis, et ego vadam immolari pro vobis.

Ecce appropinquat hora, et filius hominis tradetur in manus peccatorum.
Mi alma está triste hasta la muerte. Acompañadme y vigilad conmigo. Ahora veréis la turba que me rodeará. Vosotros huiréis y yo me inmolaré por vosotros.

Ya llega la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores.

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