Hoy celebramos los monjes la solemnidad del Tránsito de nuestro Padre san Benito. Escuchamos, pues, la secuencia Laeta dies, un himno de alabanza a Dios por los abundantes que derramó sobre san Benito, en la humilde versión de un monje.
Laeta dies magni ducis,
Dona ferens novae lucis, Hodie recolitur. Caris datur piae menti, Corde sonet in ardenti, Quidquid foris promitur. Hunc per callem orientis Admiremur ascendentis Patriarchae speciem. Amplum semen magnae prolis Illum fecit instar solis Abrahae persimilem. Corvum cernis ministrantem, Hinc Eliam latitantem Specu nosce parvulo. Elisaeus dignoscatur, Cum securis revocatur De torrentis alveo. Illum Joseph candor morum, Illum Jacob futurorum Mens effecit conscia. Ipse memor suae gentis, Nos perducat in manentis. Semper Christi gaudia. |
Hoy se celebra el gozoso día del gran Caudillo, que nos trae los dones de una nueva luz.
Gracia se da al alma piadosa; resuene, pues, en el corazón fervoroso cuanto exteriormente se publica. Admiremos el esplendor del Patriarca que asciende por la senda del Oriente. La vasta estirpe de su gran familia le ha hecho resplandecer cual otro sol, a semejanza de Abraham. Mira el cuervo cómo le sirve y le reconóce en la angosta caverna, cual Elías, escondido. Se parece a Eliseo, cuando del cauce del río hace subir la segur. El entendimiento le parangona a José por la pureza de costumbres, y a Jacob por los vaticinios. Que él, pues, acordándose de sus hijos, nos conduzca a los gozos de Cristo siempre perdurable. Amén. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario