La ópera Tannhäuser podríamos considerarla como la obra religiosa de un hombre irreligioso. Su argumento cuenta la historia del trovador Tannhäuser, que ha ido junto a la diosa Venus, pero cansado del amor carnal y de la falta de libertad, busca su liberación. Rechazado por los cantores que concurren al concurso poético junto a su querida Isabel, se junta a los peregrinos que van a Roma para pedir el perdón de sus pecados. Sin embargo, lejos de encontrar perdón, recibe una dura condena por su sacrilegio, y se le dice que para él es más difícil el perdón que el milagro de que florezca su seco bastón de peregrino. A su regreso, rechazado por la Iglesia, invoca a Venus, pero su amigo Wolfram invoca a su querida santa Isabel, que ha ofrecido su vida por él. Al final, la intercesión de la santa, consigue el milagro de que florezca el bastón de peregrino del ya difunto Tannhäuser.
Nosotros escucharemos, precisamente, el final de la ópera, en el que es claramente identificable el gran coro de los peregrinos.
Nosotros escucharemos, precisamente, el final de la ópera, en el que es claramente identificable el gran coro de los peregrinos.
VENUS.
Willkommen, ungetreuer Mann!
Schlug dich die Welt mit Acht und Bann?
Und findest nirgend du Erbarmen,
suchst Liebe du in meinen Armen?
TANNHÄUSER.
Frau Venus, oh, Erbarmungsreiche!
Zu dir, zu dir zieht es mich hin!
WOLFRAM.
Zauber der Hölle weiche, weiche!
Berücke nicht des Reinen Sinn!
VENUS.
Nahst du dich wieder meiner Schwelle,
sei dir dein Übermut verziehn;
ewig fließe dir der Freuden Quelle,
und nimmer sollst du von mir fliehn!
TANNHÄUSER
indem er sich mit wilder Entschlossenheit von Wolfram losreißt.
Mein Heil, mein Heil hab ich verloren,
nun sei der Hölle Lust erkoren!
WOLFRAM.
Allmächt'ger! Steh dem Frommen bei!
Er hält Tannhäuser von neuem
Heinrich! Ein Wort, es macht dich frei!
Dein Heil!
TANNHÄUSER zu Wolfram.
Laß ab! Laß ab von mir!
VENUS in keimender Angst.
O komm! O komm! Auf ewig sei nun mein!
WOLFRAM.
Noch soll das Heil dir Sünder werden!
Tannhäuser und Wolfram ringen heftig
TANNHÄUSER.
Nie, Wolfram! Nie! Ich muß dahin!
VENUS.
O komm! Komm, o komm! Zu mir! Zu mir!
WOLFRAM.
Ein Engel bat für dich auf Erden,
bald schwebt er segnend über dir:
Elisabeth!
TANNHÄUSER der sich soeben losgerissen, bleibt plötzlich wie an die Stelle geheftet.
Elisabeth!
[250] Die Nebel verfinstern sich allmählich: heller Fackelschein leuchtet dann durch sie auf
MÄNNERGESANG hinter der Szene.
Der Seele Heil, die nun entflohn
dem Leib der frommen Dulderin!
WOLFRAM in erhabener Rührung.
Dein Engel fleht für dich an Gottes Thron,
er wird erhört – Heinrich, du bist erlöst!
VENUS.
Weh! Mir verloren!
Sie verschwindet, und mit ihr die ganze zauberische Erscheinung. Das Tal, vom Morgenrot erleuchtet, wird wieder sichtbar. Von der Wartburg her geleitet ein Trauerzug einen offenen Sarg
MÄNNERGESANG.
Ihr ward der Engel sel'ger Lohn,
himmlischer Freuden Hochgewinn!
WOLFRAM Tannhäuser sanft umschlungen haltend.
Und hörst du den Gesang?
TANNHÄUSER ersterbend.
Ich höre!
Von hier an betritt der Trauerzug die Tiefe des Tales, die älteren Pilger voran; den offenen Sarg mit der Leiche Elisabeths tragen Edle, der Landgraf und die Sänger geleiten ihn zur Seite, Grafen und Edle folgen
MÄNNERGESANG.
Heilig die Reine, die nun vereint
göttlicher Schar vor dem Ewigen steht!
Selig der Sünder, dem sie geweint,
dem sie des Himmels Heil erfleht!
Auf Wolframs Bedeuten ist der Sarg in der Mitte der Bühne niedergesetzt worden. Wolfram geleitet
Tannhäuser zu der Leiche, an welcher dieser niedersinkt
TANNHÄUSER.
Heilige Elisabeth, bitte für mich!
Er stirbt
DIE JÜNGEREN PILGER während des Sonnenaufgangs die Bühne vom Vordergrund her betretend.
Heil! Heil! Der Gnade Wunder Heil!
Erlösung ward der Welt zuteil.
Es tat in nächtlich heil'ger Stund
der Herr sich durch ein Wunder kund:
Den dürren Stab in Priesters Hand
hat er geschmückt mit frischem Grün:
dem Sünder in der Hölle Brand
soll so Erlösung neu erblühn![251]
Ruft ihm es zu durch alle Land,
der durch dies Wunder Gnade fand!
Hoch über aller Welt ist Gott,
und sein Erbarmen ist kein Spott!
Halleluja! Halleluja!
Halleluja!
LANDGRAF, RITTER, SÄNGER UND DIE ÄLTEREN PILGER in höchster Ergriffenheit.
Der Gnade Heil ist dem Büßer beschieden
er geht nun ein in der Seligen Frieden!
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Venus
¡Bienvenido seas, varón infiel! ¿Es que el mundo te ha proscrito y desterrado? ¿Es que en ninguna parte encuentras piedad y buscas el amor entre mis brazos?
Tannhäuser
¡Señora Venus, oh tú, compasiva!
¡Hacia ti, hacia ti me siento atraído!
Wolfram
Encantamiento del infierno, ¡apartaos, apartados! ¡No turbéis el espíritu del hombre puro!
Venus
De nuevo te acercas a mi umbral, quede, pues, perdonada tu arrogancia; eternamente corra para ti el manantial de las alegrías, ¡nunca más huirás de mí!
Tannhäuser
Mi salvación, he perdido mi salvación
¡ahora elegiré los placeres del infierno!
Wolfram
¡Omnipotente, asiste al hombre piadoso!
Heinrich, una sola palabra, ella te hará libre:
¡tú salvación!
Venus
¡Oh, ven!
Tannhäuser
(A Wolfram)
¡Apártate de mi lado!
Venus
¡Oh, ven!
¡Sé ahora mío por toda la eternidad!
Wolfram
¡Todavía alcanzarás, pecador, la salvación!
Tannhäuser
¡Nunca, Wolfram, nunca! ¡He de irme allí!
Wolfram
Un ángel oró por ti en la tierra,
pronto flotará sobre ti bendiciéndote.
Venus
¡Ven a mí! ¡Ven a mí!
Wolfram
¡Elisabeth!
Tannhäuser
¡Elisabeth!
Cantores y coro masculino
¡Salvación para el alma que acaba de salir
del cuerpo de la piadosa penitente!
Wolfram
Tu ángel implora por ti
ante el trono de Dios
¡y es escuchado! ¡Heinrich, estás redimido!
Venus
¡Ay de mí! ¡Lo he perdido!
Cantores y coro masculino
(Viniendo del Wartburg, un cortejo fúnebre conduce un ataúd abierto)
A ella le ha sido concedida la bienaventurada
recompensa de los ángeles,
la excelsa ganancia de las alegrías celestiales.
Wolfram
¿Oyes ese canto?
Tannhäuser
¡Lo oigo!
Cantores y coro masculino
¡Santa es la mujer pura que, unida ahora
a las cohortes celestiales,
se encuentra delante del Eterno!
¡Bienaventurado es el pecador
por el que ella lloró
y para el cual imploró la salvación del cielo!
(Wolfram conduce a Tannhäuser hasta el ataúd, ante el cual éste se desploma)
Tannhäuser
¡Santa Elisabeth, ruega por mí!
(Muere)
Peregrinos
(Llevando en medio de ellos una vara sacerdotal que acaba de reverdecer).
¡Salve! ¡Salve! ¡Viva el milagro de la gracia!
Al mundo se le ha otorgado la redención.
En la sagrada hora nocturna
se ha hecho manifiesto el Señor
mediante un milagro.
Con frescas hojas verdes ha adornado
la seca vara que llevaba
en su mano el sacerdote:
¡así florecerá de nuevo la redención
para el pecador que está en el fuego
del infierno!
¡Gritádselo por todas las tierras a aquel
que mediante este milagro
encontró la gracia!
¡Por encima de mundo está Dios
y su misericordia no es una burla!
¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Aleluya!
Landgraf, Cantores, Caballeros y Peregrinos
¡Al penitente le fue concedida la salvación
de la gracia;
ahora entra
en la paz de los bienaventurados!
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