En honor de la Santísima virgen María, proponemos hoy la audición del comienzo del Magnificat de Juan Sebastián Bach (BWV 243). Se trata de una introducción instrumental y coral, en la que timbales y trompetas confieren a la obra un tono especialmente festivo. Magnificat anima mea Domino, et exsultavit spiritus meus in Deo salvatore meo. Es decir, Proclama mi alma la grandeza del Señor y se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador. Efectivamente, el Señor ha hecho obras grandes en María, cuando culminó su existencia en el misterio de la Resurrección del Hijo, no permitiendo que conociera la corrupción de la muerte a quien había dado a luz al autor de la vida. La versión que escuchamos es la que interpretó en directo la Orquesta y los Solistas Barrocos de Amsterdan, dirigidos por Ton Koopman.
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