En este ciclo que estamos dedicando a la música escénica de carácter religioso, no queremos abandonar la obra de Verdi sin citar una partitura que caló hondamente en los italianos: el Va Pensiero, de su ópera Nabucco. La obra trata de la historia del pueblo hebreo, cautivo en Babilonia tras la destrucción de Jerusalén. El rey Nabucco, ensoberbecido por su victoria, desafía a Dios, y es castigado con la pérdida de su razón, tal como narra el libro de Daniel. Oprimido por la esclavitud, entona el pueblo este gran coral, cuyo texto evoca el salmo 131: Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión. La interpretación que hemos escogido proviene de la representación del Nabucco de Verdi en el Metropolitan Opera House de Nueva York, el año 2002.
Va, pensiero, sull'ali dorate; va, ti posa sui clivi, sui colli, ove olezzano tepide e molli l'aure dolci del suolo natal! Del Giordano le rive saluta, di Sionne le torri atterrate... Oh mia patria sì bella e perduta! Oh membranza sì cara e fatal! Arpa d'or dei fatidici vati, perché muta dal salice pendi? Le memorie nel petto raccendi, ci favella del tempo che fu! O simile di Solima2 ai fati traggi un suono di crudo lamento, o t'ispiri il Signore un concento che ne infonda al patire virtù. che ne infonda al patire virtù che ne infonda al patire virtù al patire virtù!. | ¡Ve, pensamiento, con alas doradas, pósate en las praderas y en las cimas donde exhala su suave fragancia el dulce aire de la tierra natal! ¡Saluda las orillas del Jordán y las destruidas torres de Sion! ¡Oh, mi patria, tan bella y perdida! ¡Oh recuerdo tan caro y fatal! Arpa de oro de fatídicos vates, ¿por qué cuelgas muda del sauce? Revive en nuestros pechos el recuerdo, ¡Que hable del tiempo que fue! Al igual que el destino de Sólima Canta un aire de crudo lamento que te inspire el Señor un aliento, que al padecer infunda virtud, que al padecer infunda virtud, que al padecer infunda virtud, al padecer, la virtud!. |
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