martes, 24 de febrero de 2015

Delalande. De profundis

El Salmo 129, comúnmente llamado De profundis por sus primeras palabras, es uno de los textos más conmovedores de toda la Biblia. Desde lo hondo de nuestro pecado suplicamos a Dios. Ha sido un tema recurrente en los grandes compositores musicales. Vamos a escuchar una selección del motete compuesto por un conocido músico del barroco francés: Michel Richard Delalande. Dos años después de la muerte de Lully, los favores de Luis XIV le aseguraron a Delalande el puesto de director de orquesta. A partir de 1672 comienza una corta carrera de violinista. Más tarde, en 1674, llega a ser organista. Desde entonces se consagra, sobre todo, a la música religiosa, probablemente por pedido del Rey Sol.

Dentro de su repertorio de música sacra, Delalande cuenta con un total de 71 grandes motetes, entre los que hay que señalar De Profundis (1688), Confitebor tibi Domine (1699), Exaltabo te Domine (1704) y el sublime Miserere à voix seule (1711). Resultan también dignas de mención sus Leçons de Ténèbres (1680), compuestas especialmente para ser interpretadas durante los oficios de Semana Santa.


De profundis clamavi ad te, Domine :
Domine, exaudi vocem meam.

VII. 
Quia apud Dominum misericordia :
et copiosa apud eum redemptio.

IV.
Quia apud te propiatio est :
et propter legem tuam sustinui te, Domine.

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;


Porque del Señor viene la miseri-cordia, la redención copiosa;


Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.

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