La misa del Domingo II de Adviento se inicia con el introito Populus Sion, que se repite durante toda la semana. En la composición se destacan dos palabras: gloriam y laetitiam, es decir, gloria y alegría, expresiones que corresponden a la espiritualidad del Adviento.
Populus Sion, ecce Dominus veniet ad salvandas gentes: et auditan faciet Dominus gloriam vocis suæ in lætitia cordis vestri.
Ps/. Qui regis Israel, intende: qui deducis, velut ovem, Ioseph. |
Pueblo de Sión, he ahí que viene el Señor a salvar a las naciones; el Señor hará billar la majestad de su voz para alegría de vuestro corazón.
Ps/. Tú que gobiernas a Israel, atiende; tú que guías a José como a una oveja. |
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