San Martín no sólo fue el primer monje de Europa, sino que también fue el primer santo que no padeció el martirio. Con él, se inauguró una nueva categoría de santos: los confesores de la fe, aquellos que confesaron al Señor no con su muerte, sino con su vida y su predicación.
En su honor se compuso un himno, titulado Iste confessor, que alcanzó una enorme popularidad, siendo utilizado litúrgicamente para otros muchos santos, englobados en la lista de los confesores. Hoy escucharemos la versión barroca de este himno, a cargo de Domenico Scarlatti.
En su honor se compuso un himno, titulado Iste confessor, que alcanzó una enorme popularidad, siendo utilizado litúrgicamente para otros muchos santos, englobados en la lista de los confesores. Hoy escucharemos la versión barroca de este himno, a cargo de Domenico Scarlatti.
1. Iste Confessor Domini colentes
Quem pie laudant populi per orbem :
Hac die laetus meruit beatas
Scandere sedes.
2. Qui pius, prudens, humilis, pudicus,
Sobriam duxit sine labe vitam.
Donec humanos animavit aurae
Spiritus artus.
3. Cujus ob praestans meritum frequenter,
Ægra quae passim jacuere membra,
Viribus morbi domitis, saluti
Restituuntur.
4. Noster hinc illi chorus obsequentem
Concinit laudem, celebresque palmas;
Ut piis ejus precibus juvemur
Omne per ævum.
5. Sit salus illi, decus, atque virtus,
Qui super cæli solio coruscans,
Totius mundi seriem gubernat,
Trinus et unus. Amen
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