Fray Martín de Villanueva profesó en el monasterio de San Jerónimo de Granada y llegó al Monasterio del Escorial en 1586 por expreso deseo de Felipe II, seguramente para encargarse de la Música en su nueva fundación. Fue corrector Mayor de Canto y encargado de las reliquias. Fue experto, además de en música, en latín y griego. Y destacó sobre todo por su maestría con el órgano. No nos dejó muchas composiciones pero casi todas se cantaron habitualmente en la liturgia escurialense ya que se encuentran en los cantorales que se usaban en el coro. De él escuchamos el breve responsorio Christus factus est, muy apropiado para la solemnidad del Sagrado Corazón que hoy celebramos. Está interpretado en directo en el Escorial por la Escolanía del Monasterio.
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