Durante este tiempo de Cuaresma hemos propuesto como audición musical el monumental Oficio de Tinieblas de Tomás Luis de Victoria. Pero la obra del célebre compositor hispano no se reduce al tono trágico, sino que también acertó a dar con un tono gozoso sin dejar su tónica meditativa. Tal es el caso de un motete que se acomoda magníficamente a la liturgia de este Segundo Domingo de Pascua, el Domingo in Albis, en el que se lee el Evangelio de la duda de Santo Tomás: O decus apostolicum, es decir, oh esplendor de los apóstoles. Se trata de una plegaria a Cristo, luz de los apóstoles, que se manifestó al incrédulo santo Tomás para nuestra salvación. Lo escuchamos en la interpretación del coro de la Universidad de Málaga. Es, a mi entender, una magnífica oración para este domingo.
O Decus Apostolicum
Christe Redemptor gentium, quem Thomas apostolus tactis cicatricibus, Deum cognovit Dominum gregem tuum protege quem redemisti sanguine. Alleluia. |
Oh, esplendor de los Apóstoles,
Cristo, Redentor de los pueblos, a quien el apóstol Tomás habiendo palpado las cicatrices reconoció como el Señor Dios, protege a tu pueblo al que redimiste con tu sangre. Aleluya. |
Gracias para compartirla. Una maravilla. Que pases un buen domingo.
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