Ayer falleció mi padrino de bautismo. Encomendamos su eterno descanso con una de las piezas más impresionantes de la polifonía: el motete Circumdederunt me, de Cristóbal de Morales en el versión de Jordi Savall.
Circumdederunt me gemitus mortis,
dolores inferni circumdederunt me, praeoccupaverunt me nimis laquei mortis; Domine, miserere. |
Me envolvieron los gemidos de la muerte. Los dolores del infierno me rodearon, casi me atraparon los lazos de la muerte. Señor, ten piedad.
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Descanse en paz
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