La música en el entorno de París, durante los siglos XII y XII, adquirió un desarrollo sobresaliente. La polifonía sustituyó al canto llano como elemento ornamental de las celebraciones litúrgicas, dotando a los nuevos edificios góticos de una más refinada expresión musical. Uno de los principales exponentes de este nuevo género, que sin duda escuchó santo Tomás de Aquino, es el Maestro Perotinus. De él vamos a escuchar una pieza en honor de la Virgen María, Beata viscera Mariae virginis, interpretada por el grupo Lumina Vocal Ensemble, dirigido por Anna Pope, en una interpretación en directo registada en 2014.
Beata viscera, Marie virginis
cuius ad ubera rex magni nominis; veste sub altera vim celans numinis dictavit federa Dei et hominis. O mira novitas et novum gaudium, matris integrita post puerperium. Populus gentium sedens in tenebris surgit ad gaudium partus tam celebris: Iudea tedium fovet in latebris, cor gerens conscium delicet funebris. |
Dichosas las entrañas de la Virgen María, que amamantaron al Rey de nombre excelso; ocultando bajo su vestido su fuerza de su divinidad, estableció la alianza entre Dios y los hombres. O admirable novedad y gozosa noticia, que la madre permanece virgen después del parto. Los pueblos que estaban sentados en la tiniebla, resurgen con gozo por este parto; la tristeza de Judea se cambia en gozo, y el corazón rechaza lo fúnebre.
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