La liturgia del Martes de Pascua nos presenta a María Magdalena, ante la que se aparece el Señor resucitado. Esto nos da pie para referirnos a la secuencia Victimae paschali laudes, que canta la Liturgia latina durante la Octava de Pascua, y cuyo texto parte de este acontecimiento central de los testimonios pascuales. Las secuencias eran himnos, que se cantaban antes del Evangelio del día, y que comentaban poéticamente el misterio celebrado en la liturgia.
Vamos a escuchar una versión muy festiva con introducción y acompañamiento del gran órgano de Notre Dame de Paris, interpretado por Philippe Lefebvre.
Victimae paschali laudes
immolent Christiani.
Agnus redemit oves:
Christus innocens Patri
reconciliavit peccatores.
Mors et vita duello
conflixere mirando:
dux vitae mortuus,
regnat vivus.
Dic nobis Maria,
quid vidisti in via?
Sepulcrum Christi viventis,
et gloriam vidi resurgentis:
Angelicos testes,
sudarium, et vestes.
Surrexit Christus spes mea:
praecedet suos in Galilaeam.
Scimus Christum surrexisse
a mortuis vere:
Tu nobis, victor Rex, miserere.
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A la Víctima pascual
ofrezcan alabanzas los cristianos.
El Cordero redimió a las ovejas:
Cristo inocente
reconcilió a los pecadores con el Padre.
La muerte y la Vida se enfrentaron
en lucha singular.
El dueño de la Vida, que había muerto,
reina vivo.
Dinos, María, qué has visto en el camino? Vi el sepulcro de Cristo viviente
y la gloria del que resucitó,
a unos ángeles,
el sudario y los vestidos.
Resucitó Cristo, mi esperanza;
precederá en Galilea a los suyos
Sabemos que Cristo verdaderamente resucitó de entre los muertos.
Tú, Rey victorioso, ten piedad
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