Escuchamos este Viernes Santo un texto de la Carta del Apóstol san Pablo a los Filipenses, que se va a repetir varias veces en la liturgia: Cristo se hizo obediente por nosotros hasta la muerte. Lo escuchamos cantado en uno de los más célebres graduales del canto gregoriano, que hoy escuchamos en la clásica grabación de los monjes de Silos.
Christus factus est pro nobis oboediens usque ad mortem, mortem autem crucis.
Propter quod et exaltivit illum Deum, et dedit illi nomen super omne nomen. |
Cristo se hizo obediente por nosotros
hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre. |
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