Abrimos la Eucaristía de este 25 domingo del Tiempo Ordinario con el Introito Salus populi: Yo soy la salvación del pueblo, dice el Señor. De cualquier tribulación desde la que me llamen, yo los escucharé, y seré su Señor por siempre. Un texto lleno de optimismo, con una música muy conmovedora.
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