Juan del Encina es uno de los compositores más interesantes del renacimiento español, que vivió a caballo entre los reinados de los Reyes Católicos y del Emperador Carlos. Compuso tanto música religiosa como abundante música profana. Hoy escucharemos una composición que se titula "Hermitaño quiero ser", que expresa muy bien los sentimientos contrapuestos de una época entre heroica y mística.
El texto completo del poema es el siguiente:
Hermitaño quiero ser
por ver,
hermitaño quiero ser.
Por probar nueva manera,
mudar quiero mi vestir,
porque en el traje de fuera
desconozcan mi vevir;
no mudaré mi querer;
por ver,
hermitaño quiero ser.
Serán mis hábitos tales
que digan con mi dolor:
será el paño de mis males,
será de fe la color
y el cordón de padescer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Será hecho mi cilicio
des muy áspero tormento,
tejido con mi servicio,
cosido con sufrimiento,
y helo siempre de traer
por ver,
hermitaño quiero ser.
Las cuentas para rezar
han de ser cient mil querellas;
el bordón para esforzar
ha de ser la causa dellas:
y pues me dejé vencer,
por ver,
hermitaño quiero ser.
Crescerán mis barbas tanto
cuanto cresciere mi pena;
pediré con triste llanto
"Dad para la Magdalena":
si me quisieren valer
por ver,
hermitaño quiero ser.
No peinaré mis cabellos
ni descansarán mis ojos,
hasta que se duela dellos
quien me causa mil enojos;
si se quisiese doler,
por ver,
hermitaño quiero ser.
Haré vida tan estrecha
que peor sea que muerte,
porque no tenga sospecha
que vivo por otra suerte,
y no tomaré placer;
por ver,
hermitaño quiero ser.
Andaré sin alegría
aquejado de cuidados,
por los páramos de día
de noche por los poblados,
y ansí quiero fenescer;
por ver,
hermitaño quiero ser.
Quizá que por mi ventura
andando de puerta en puerta,
veré la gentil figura
de quien tien mi vida muerta,
si saliese a responder,
por ver,
hermitaño quiero ser.
Los sospiros encubiertos
que he callado por mi daño,
hora serán descubiertos
en hábito de hermitaño,
hora ganar o perder,
por ver,
hermitaño quiero ser.
Pensarán los que me vieren
que sospiro con pobreza;
la que mis ojos ver quieren
bien sentirá mi tristéza,
bien me sabrá conoscer,
por ver,
hermitaño quiero ser.
¡Oh que bienaventuranza
tenía mi corazón,
si cumpliese mi esperanza
viéndome en tal Religión!:
Haré todo mi poder,
por ver,
hermitaño quiero ser.
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