Celebramos hoy la memoria de los santos abades cluniacenses. Con este motivo, escuchamos la antífona de las Vísperas de esta fiesta, Exsultet, en la interpretación del Coro de Monjes de Fontgombault.
Exsultet ómnium turba fidelium pro gloria almi Patris Benedicti: laetentur praecipue catervae monachorum, celebrantes ejus festa in terris, de cujus societate sancti congaudent in caelis.
Magnificat anima mea Dominum, et exsultavit spiritus meus in Deo salutari meo. Quia respexit humilitatem ancillae suae. Ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes. Quia fecit mihi magna qui potens est. Et sanctum nomen ejus. Et misericordia ejus a progenie in progenies timentibus eum. Fecit potentiam in brachio suo. Dispersit superbos mente cordis sui. Deposuit potentes de sede, et exaltavit humiles. Esurientes implevit bonis, et divites dimisit inanes. Suscepit Israël puerum suum, recordatus misericordiae suae. Sicut locutus est ad patres nostros, Abraham et semini ejus in saecula. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et simper, et in saecula saeculorum. Amen. Exsultet ómnium turba fidelium pro gloria almi Patris Benedicti: laetentur praecipue catervae monachorum, celebrantes ejus festa in terris, de cujus societate sancti congaudent in caelis. |
Alégrese el pueblo fiel por la gloria del santo padre Benito; alégrense cuantos han seguido sus pasos, junto con el coro de los monjes, al celebrar en la tierra la fiesta de aquéllos de cuya compañía se congratulan los santos en el cielo. Aleluya.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas la generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Alégrese el pueblo fiel por la gloria del santo padre Benito; alégrense cuantos han seguido sus pasos, junto con el coro de los monjes, al celebrar en la tierra la fiesta de aquéllos de cuya compañía se congratulan los santos en el cielo. Aleluya. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario