Seguimos escuchando el Requiem de Mozart quien, antes de morir, consiguió terminar tan solo tres secciones con el coro y órgano completo: Introitus, Kyrie y Dies Irae. Del resto de la Secuencia dejó las partes instrumentales, el coro, voces solistas y el cifrado del bajo y órgano incompletos, además de anotaciones para su discípulo Franz Xaver Süssmayr. También había indicaciones instrumentales y corales en el Domine Jesu y en el Agnus Dei. No había dejado nada escrito para el Sanctus ni el Communio. Aunque en un principio Constanze, su viuda, pidió al músico de la Corte Joseph Leopold Eybler que terminase el Réquiem, fue su discípulo Süssmayer quien lo acabó, siguiendo las directrices de Mozart, completando las partes restantes de la instrumentación, agregando música en donde faltaba y componiendo íntegramente el Sanctus. Para el Communio, simplemente utilizó los temas del Introito y el Kyrie, a manera de reexposición, para darle cierta coherencia a la obra.
Hoy escuchamos la primera sección de la Secuencia Dies Irae, confiada al coro, sobre el célebre texto medieval. Escuchamos la misma versión de ayer, dirigida por Philippe Herrewege.
Hoy escuchamos la primera sección de la Secuencia Dies Irae, confiada al coro, sobre el célebre texto medieval. Escuchamos la misma versión de ayer, dirigida por Philippe Herrewege.
Dies iræ, dies illa,
Solvet sæclum in favilla, Teste David cum Sibylla ! Quantus tremor est futurus, quando iudex est venturus, cuncta stricte discussurus ! |
Día de la ira, aquel día
en que los siglos se reduzcan a cenizas; como testigos el rey David y la Sibila. ¡Cuánto terror habrá en el futuro cuando el juez haya de venir a juzgar todo estrictamente! |
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