El Ofertorio de la Misa de difuntos de Morales se inicia con la entonación del canto llano (gregoriano), y sigue una rica combinación de voces que realzan el carácter dramático del texto. El patetismo alcanza niveles excepcionalmente bellos.
Domine Jesu Christe, Rex gloriae, libera animas omnium fidelium defunctorum de poenis inferni et de profundo lacu:
Libera eas de ore leonis, Ne absorbeat eas tatarus, ne cadant in obscurum: Sed signifer sanctus Michael repraesentet eas in lucem sanctam: Quam olim Abrahae promisiti et semini ejus. Hostias et preces tibi, Domine, laudis offerimus: tu suscipe pro animabus illus, quarum hodie memoriam facimus: fac eas, Domine, de morte transire ad vitam, quam olim Abrahae promisti et semini ejus. |
Señor Jesucristo, Rey de la gloria, libera a las almas de todos los fieles difuntos de las penas del infierno y de las profundidades del lago.
Líbralas de la boca del león, que el abismo no las absorba, ni caigan en las tinieblas, sino que el abanderado San Miguel las conduzca hacia la santa luz, como antaño prometiste a Abraham y a sus descendientes. Os ofrecemos Señor oraciones y sacrificios de alabanza, recibidos por las almas de quienes hacemos memoria: haced que pasen de la muerte a la vida, como prometiste a Abraham y a su descendencia. |
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