Cerramos el Tiempo de Navidad, musicalmente hablando, con un motete de Palestrina, propio del la celebración de la Epifanía: Surge, illuminare. El texto, tomado del profeta Isaías, constituye una de las más gozosas y luminosas promesas de todo el Antiguo Testamento. Lo escuchamos por la Capilla Sixtina, en la última celebración de la Epifanía de Benedicto XVI como Papa, en la Basílica de San Pedro, en 2013.
Surge, illuminare, Jerusalem,
quia venit lumen tuum, et gloria Domini super te orta est. Quia ecce tenebrae operient terram et caligo populos. Super te autem orietur Dominus et gloria eius in te videbitur. |
Levántate y brilla, Jerusalén, porque viene tu luz, y la gloria del Señor amanece sobre ti.
He aquí que las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos. Levántate, pues, pues amanece el Señor, y su gloria se verá en ti. |
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