El introito de este domingo comienza con las palabras Misericordias Domini plena est terra. Aunque no es esactamente este texto, vamos a escuchar una obra de Mozart que comienza con estas mismas palabras, Misericordias Domini, KWV 222. La composición para el ofertorio, con su desarrollo de contrapunto, fue escrita en marzo de 1775 en Munich, y pertenece al periodo juvenil del maestro.
Mozart compuso el Ofertorio Misericordias Domini tomando como base el Salmo 89, cuyos primeros versos rezan así: “Cantaré eternamente la misericordia del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. Porque tú has dicho: Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el cielo”.
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