El domingo 22 del Tiempo Ordinario inicia la Eucaristía con el Introito Misere mihi Domine (Señor, ten misricordia de mí). No es mala invocación cuando vamos a escuchar en la Liturgia de la Palabra la invitación del Señor a tomar nuestra propia cruz para seguirlo. Escuchamos la interpretación del grupo italiano Cantori Gregoriani.
Miserere mihi, Domine, quoniam ad te clamavi tota die: quia tu, Domine, suavis ac mitis es, et copiosus in misericordia omnibus invocantibus te.
Inclina, Domine, aurem tuam mihi, et exaudi me: quoniam inops, et pauper sum ego. |
Ten misericordia de mí, Señor, que te estoy llamando todo el día. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente, y tu misericordia es abundante sobre quienes te invocan.
Inclina, Señor, mi corazón hacia ti, y escúchame, porque soy pobre y desgraciado. |
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