Escuchamos hoy el Aleluya Dilexit, de la Misa de la Fiesta del Apóstol San Andrés.
Alleluia. Dilexit Andream Dominus in odorem suavitatis. Alleluia.
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Aleluya. Amó el Señor a Andrés en olor de suavidad. Aleluya.
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Alleluia. Dilexit Andream Dominus in odorem suavitatis. Alleluia.
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Aleluya. Amó el Señor a Andrés en olor de suavidad. Aleluya.
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Roráte cæli désuper, et nubes pluant iustum.
Ne irascáris, Dómine, ne ultra memíneris iniquitátis: ecce cívitas Sancti facta est desérta: Sion desérta facta est: Ierúsalem desoláta est: domus sanctificatiónis tuæ et glóriæ tuæ, ubi laudavérunt te patres nostri. Roráte cæli désuper, et nubes pluant iustum. Peccávimus et facti sumus tamquam immúndus nos, et cecídimus quasi fólium univérsi: et iniquitátes nostræ quiasi ventus abstulérunt nos: abscondísti fáciem tuam a nobis, et allisísti nos in manu iniquitátis nostræ. Roráte cæli désuper, et nubes pluant iustum. Vide Dómine afflictiónem pópuli tui, et mitte quem missúrus es: emítte Agnum dominatórem terræ, de petra desérti ad montem fíliæ Sion: ut áuferat ipse iugum captivitátis nostræ. Roráte cæli désuper, et nubes pluant iustum. Consolámini, consolá-mini pópule meus: sito véniet salus tua: quare mæróre consúmeris, quia innovábit te dolor? Salvábo te, noli timére: ego enim sum Dóminus Deus tuus, Sanctus Israel, redémptor tuus. Roráte cæli désuper, et nubes pluant iustum. |
Que los cielos destilen el rocío y las nubes lluevan al Justo.
No te irrites, Señor; no te acuerdes de nuestras iniquidades. Mira que la ciudad santa está desierta: Sión ha quedado abandonada, Jerusalén, la casa de tu santidad y de tu gloria, en donde te alabaron nuestros padres, está desolada. Que los cielos destilen el rocío y las nubes lluevan al Justo. Hemos pecado y nos hemos hecho semejantes a la escoria del mundo; todos hemos caído como las hojas. Nuestras maldades nos han zarandeado como el viento. Escondiste tu faz de nosotros y nos has estrellado en castigo de nuestra iniquidad. Que los cielos destilen el rocío y las nubes lluevan al Justo. Mira, Señor, la aflicción de tu pueblo, y mándanos al que has de enviar. envía al Cordero Dominador de la tierra, de la roca del desierto al monte de la hija de Sión; para que nos libre del yugo de nuestro cautiverio. Que los cielos destilen el rocío y las nubes lluevan al Justo. Consuélate, consuélate, pueblo mío, que pronto vendrá tu salvación. ¿Por qué te consumes de tristeza y el dolor te ha demudado? Te salvaré, no temas; pues yo soy tu Señor y Dios, el Santo de Israel y tu Redentor. Que los cielos destilen el rocío y las nubes lluevan al Justo. |
Dominabitur a mari usque ad mare: et a flumine usque ad terminos orbis terrarum.
Et adorabunt eum omnes reges terræ; omnes gentes servient ei. |
Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.
Todos los reyes se postrarán ante él, y le servirán todas las naciones. |
Lux aeterna luceat eis, Domine: Cum Sanctus tuis in aeternum: quia pius es.
Requiem aeternam dona eis. Domine: et lux perpetua luceat eis. Cum Sanctis tuits in aeternum: quia pius es. |
Que la luz eterna los ilumine, Señor: en compañía de los santos por toda la eternidad, ya que sois piadoso. Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua: en compañía de los santos por toda la eternidad.
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Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis. Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, dona nobis pacem. |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, danos la paz.
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Benedictus qui venit in nomine Domini. Hosanna in excelsis.
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Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en los cielos.
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Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dominus Deus Sabaoth. Pleni sunt coeli et terra gloria tua. Hosanna in excelsis.
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Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
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Hostias et preces tibi, Domine, laudis offerimus: tu suscipe pro animabus illus, quarum hodie memoriam facimus: fac eas, Domine, de morte transire ad vitam, quam olim Abrahae promisti et semini ejus.
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Os ofrecemos Señor oraciones y sacrificios de alabanza, recibidos por las almas de quienes hacemos memoria: haced que pasen de la muerte a la vida, como prometiste a Abraham y a su descendencia.
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Domine Jesu Christe, Rex gloriae, libera animas omnium fidelium defunctorum de poenis inferni et de profundo lacu:
Libera eas de ore leonis, Ne absorbeat eas tatarus, ne cadant in obscurum: Sed signifer sanctus Michael repraesentet eas in lucem sanctam: Quam olim Abrahae promisiti et semini ejus. |
Señor Jesucristo, Rey de la gloria, libera a las almas de todos los fieles difuntos de las penas del infierno y de las profundidades del lago.
Líbralas de la boca del león, que el abismo no las absorba, ni caigan en las tinieblas, sino que el abanderado San Miguel las conduzca hacia la santa luz, como antaño prometiste a Abraham y a sus descendientes. |
Lacrimosa dies illa,
qua resurget ex favilla iudicandus homo reus. Huic ergo parce, Deus. Pie Iesu Domine, dona eis requiem. Amen. |
Día de lágrimas será aquel renombrado día en que resucitará, del polvo para el juicio, el hombre culpable. A ese, pues, perdónalo, oh Dios. Señor de piedad, Jesús, concédeles el descanso. Amén.
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Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis, voca me cum benedictis. Oro supplex et acclinis, cor contritum quasi cinis, gere curam mei finis. |
Confundidos los malditos arrojados a las llamas voraces hazme llamar entre los benditos. Te lo ruego, suplicante y de rodillas, el corazón acongojado, casi hecho cenizas: hazte cargo de mi destino.
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Recordare, Iesu pie,
quod sum causa tuæ viæ ; ne me perdas illa die. Quærens me, sedisti lassus, redemisti crucem passus, tantus labor non sit cassus. Iuste Iudex ultionis, donum fac remissionis ante diem rationis. Ingemisco, tamquam reus, culpa rubet vultus meus, supplicanti parce Deus. Qui Mariam absolvisti, et latronem exaudisti, mihi quoque spem dedisti. Preces meæ non sunt dignæ, sed tu bonus fac benigne, ne perenni cremer igne. Inter oves locum præsta, et ab hædis me sequestra, statuens in parte dextra. |
Acuérdate, piadoso Jesús
de que soy la causa de tu calvario; no me pierdas en este día. Buscándome, te sentaste agotado me redimiste sufriendo en la cruz no sean vanos tantos trabajos. Justo juez de venganza concédeme el regalo del perdón antes del día del juicio. Grito, como un reo; la culpa enrojece mi rostro. Perdona, Señor, a este suplicante. Tú, que absolviste a Magdalena y escuchaste la súplica del ladrón, me diste a mí también esperanza. Mis plegarias no son dignas, pero tú, al ser bueno, actúa con bondad para que no arda en el fuego eterno. Colócame entre tu rebaño y sepárame de los machos cabríos situándome a tu derecha. |
Rex tremendæ maiestatis,
qui salvandos salvas gratis, salva me, fons pietatis. |
Rey de tremenda majestad tú que, salvas gratuitamente a los que hay que salvar, sálvame, fuente de piedad.
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Tuba mirum spargens sonum
per sepulcra regionum, coget omnes ante thronum. Mors stupebit et Natura, cum resurget creatura, iudicanti responsura. Liber scriptus proferetur, in quo totum continetur, unde Mundus iudicetur. Iudex ergo cum sedebit, quidquid latet apparebit, nihil inultum remanebit. Quid sum miser tunc dicturus ? Quem patronum rogaturus, cum vix iustus sit securus ? |
La trompeta, esparciendo un sonido admirable por los sepulcros de todos los reinos reunirá a todos ante el trono.
La muerte y la Naturaleza se asombrarán, cuando resucite la criatura para que responda ante su juez. Aparecerá el libro escrito en que se contiene todo y con el que se juzgará al mundo. Así, cuando el juez se siente lo escondido se mostrará y no habrá nada sin castigo. ¿Qué diré yo entonces, pobre de mí? ¿A qué protector rogaré cuando apenas el justo esté seguro? |
Dies iræ, dies illa,
Solvet sæclum in favilla, Teste David cum Sibylla ! Quantus tremor est futurus, quando iudex est venturus, cuncta stricte discussurus ! |
Día de la ira, aquel día
en que los siglos se reduzcan a cenizas; como testigos el rey David y la Sibila. ¡Cuánto terror habrá en el futuro cuando el juez haya de venir a juzgar todo estrictamente! |
O quam gloriosum est regnum
in quo cum Christo gaudent omnes Sancti amicti stolis albis, sequuntur Agnum quocumque ierit.. |
Oh, cuán glorioso es el reino en el que junto a Cristo se gozan todos los santos vestidos con túnicas blancas y siguen al Cordero allá donde va.
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